Por Mauricio Polina Cano
Amarte como si escucharas mi alma,
cielos de lunas corporales,
amarte como si fueras holocausto en mi fe,
mundos de leyendas eternas,
amarte como si escucharas mis palpitaciones,
reloj de mundos nostálgicos.
Ahí se entierra mi mundo sensible,
de leyenda inconclusas,
de lo dicho y no confesado
de lo pensado y asesinado paulatinamente
Amarte con el cónclave del alma,
diurna luz del tiempo,
espejos de mi piel ambivalente.
Amarte como si fuéramos
de oro de los pensamientos místicos,
amarte en relación a mi fe en el mundo,
amarte entre la sincrónica vida de todos.
Amarte como si todo
fuera verdad.
Amarte entre cada letra de tu piel
naciente.