Bésame
con los latidos de un segundo
antes de que tu corazón y el mío sean uno
convertidos en tranquilidad
dulce y dolorosa
Bésame
con la efímera mirada de las emociones
derretidas ante la ilusión
y la fluidez del silencio con la sonrisa de la tierra solemne
Bésame
con chispas de delirio a la deriva y roba
definitivamente
el último beso
para renacer en pétalos
y desaparecer en heridas que devoren el corazón
¡No hay nada más que pedir!
sino que en este último beso
se sumerjan los días
y florezcan los girasoles.
Más #NidoDePoesía: A horas