La noche de Madrid (el partido y la eliminatoria) es blanca

La noche de Madrid es blanca, pues el equipo merengue ha dado un paso gigantesco de cara a Cardiff, tras vencer 3-0 al Atlético, en el juego de ida de las semifinales de la Champions League.

De nuevo, el Real Madrid fue comandado por Cristiano Ronaldo, quien volvió a tener una noche dorada y extiende su marca goleadora en la competición: 103 tantos, 10 en la presente temporada y su segundo hack-trick consecutivo.


Cristiano en plan grande


El Atlético nunca llegó al Santiago Bernabéu. Y si llegó, fue arrasado por la ola blanca, que ansía convertirse en el primer equipo en conseguir un bicampeonato en la Champions. Sin el espíritu de otras noches y sin su lateral derecho titular, los colchoneros carecieron de profundidad por las bandas y conexión en el medio campo.

Desde el primer minuto, los merengues se regoderaron con el balón. A base de toques rápidos, bombarderon el área rojiblanca. Pese a ello, la muralla no cayó hasta que Casemiro halló un rebote en la punta de área grande y sacó un centro que encontró la cabeza de Cristiano. El portugués se elevó, remató y batió a Oblak.

La noche del Bernabéu pasará por los goles de Cristiano, por la eficacia de un delantero que, parece, vive su mejor momento y que continúa extendiendo su marca goleadora en Champions League. Pero el portugués tuvo en Luca Modric al motor que dio volumen ofensivo al Real Madrid.

Tras el gol, los actuales campeones se lanzaron en busca del segundo tanto. El Atlético corrió con suerte, pues se marcharía al descanso con una desventaja mínima y remontable para un equipo del ahínco de los rojiblancos.


Madrid respira tensión en las semifinales de la Champions


En el segundo tiempo, los de Diego Simeone intentaron cambiar la dinámica del partido, se soltaron el pelo e intentaron llevar el duelo al medio campo, ahí donde su capacidad de gladiadores les ha dado tantos triunfos. La fórmula daba resultados, pues Madrid había reculado y los colchoneros ya dominaban el esférico.

Sin embargo, el hechizo rojiblanco se rompió al 76′, cuando un rebote en la pierna de Filipe Luis, permitió que Cristiano se encontrara de frente a Oblak, para fusilarlo; era su segundo de la noche, el 102 en Champions y el séptimo de manera consecutiva.

El Atlético lo volvió a intentar, pero parecía un equipo sin alma, situación aprovechada por un Real Madrid rejuvenecido con la entrada de Asensio y Lucas Vásques; este último sacaría una diagonal retrasada que hallaría a Cristiano, el portugués, nuevamente, batía a Oblak, sellaba otra noche soñada y sentenciaba la eliminatoria.

 

La noche de Madrid es blanca.

 

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