La Copa del Mundo volvía a Brasil, el país que hizo del juego, magia.El torneo estuvo lleno de sorpresas, récords batidos, tristes despedidas y unos alemanes como reyes del orbe.
A su Mundial, Brasil llegaba como favorito. Etiqueta que lo obligaba a llegar a la final en el Maracaná y saldar una deuda histórico, la pérdida del trofeo en 1950.
Detrás de Brasil, España, Alemania y Argentina, figuraban como las otras favoritas a conquistar la Copa del Mundo. Mientras selecciones como Italia, Inglaterra, Francia u Holanda, buscaban reinventarse y sacudirse la maraña de Sudáfrica 2010.
La selección anfitriona abrió el torneo ante Croacia. Neymar, en dos ocasiones, y Oscar darían el triunfo a los verdeamarela, pese al autogol de Marcelo.
La fase de grupos entregó varias sorpresas y partidos llenos de goles. España, en su debut como campeona en un Mundial fue arrollado por una Holanda comandada por Robín Van Persie y Arjen Robben.
Los tulipanes les endosaron 5 al entonces campeón de Sudáfrica 2010, incluido el poema protagonizado por el 9 holandés: un remate tras un vuelo al estilo superman para batir a Iker Casillas.
Los chilenos también fueron protagonistas de la justa tras arrollar con su intensidad el tiki-taka de Vicente del Bosque. Otra vez, España se marchaba derrota y con dos goles en contra que lo condenaban a entregar la corona de manera muy rápida.
Quizá la selección más sorprendente fue Costa Rica. Tras el sorteo de la fase de grupos, los ticos se estacionaron en el sector “C” del torneo. Si querían hacer un Mundial decente, debían pasar por encima de tres campeones: Inglaterra, Italia y Uruguay.
Los centroamericanos se dieron el lujo de vencer 3 a 1 a Uruguay, derrotar a Italia, por 1 a 0, y empatar sin goles con Inglaterra para clasificarse en primer lugar de su sector, una auténtica sorpresa.
Por su parte, Alemania aceitó su máquina durante la fase de grupos. En el primer duelo goleó por 4 a 0 a Portugal, mientras en el segundo empató a dos anotaciones con Ghana. Al final, y con unos lusos tendidos en el piso, venció por la mínima a Estados Unidos para llevar el grupo.
Mientras los teutones se aceitaban, Bélgica desplegaba un futbol efectivo. La capacidad técnica de los futbolistas les permitió con nueve puntos, mismas unidades que Colombia cosechó en el sector “C”.
Los octavos, la depuración
Las Selecciones Nacionales de América se convirtieron en la mayoría en la fase de octavos de final. Ocho representativos buscaban ocho pases. Esta ronda entregaría una sorpresa centroamericana.
En quizá uno de los mejores partidos de la Copa del Mundo, Brasil y Chile dirimieron al ganador en la tanda de penales. Los andinos sofocaron al cuadro local y lo llevaron a la instancia de los once pasos. Incluso, a segundos del final Mauricio Pinilla estuvo a punto de sepultar las ilusiones verdeamarelas, pero la pelota terminó en el poste.
Sin embargo, en la misma portería donde Pinilla estrellaría la pelota en el travesaño, Julio César le detendría el penal definitivo a Francisco Jara. Brasil 3, Chile 2.
Colombia vencería por 2 a 0 a Uruguay, con un doblete de James Rodríguez y quizá el mejor gol del torneo: una volea desde la media luna.
Al siguiente día, México tendría una cita con su coco mundialista: octavos de final. Tras 48 minutos de intenso partido, Giovani Dos Santos encendería la mecha de la esperanza con un golazo de fuera del área.
Sin embargo, el miedo y la tibieza del entonces técnico tricolor, Miguel Herrera, permitiría que Holanda encerrada a México, le empatara el duelo con un tanto de Sneijder y, al 94, sellara la tragedia tras un discutido penal marcado a favor de Robben. Huntelaar daría el pase a los tulipanes ante la incredulidad mexicana.
Tras la caída mexicana, Costa Rica sacó la cara por la Concacaf y eliminó a Grecia en tanda de penales. El partido había concluido con empate a uno en su fase regular, mientras desde los once pasos, vencerían por 5 a 4.
Francia sufrió durante 78 minutos, hasta que Pogba batió la res de Nigeria. Al 91, Yobo sellaría el pase de los de la ciudad de la luz.
Por su parte, Alemania necesitó de los tiempos extras para eliminar a Argelia. Al 92, Schurrle marcó el primero. Un minuto antes del final, Ozil puso el segundo, pero en tiempo de compensación, Djabou le puso tensión al partido con el gol de los africanos.
Mientras Argentina, también, necesitó de tiempos adicionales para eliminar a Suiza, con un gol de Ángel Di María. En el último duelo de octavos, Bélgica batió a Estados Unidos por 2 a 1.
Los cuartos de Krull
Un gol tempranero, a los 12 minutos, le dio el triunfo a Alemania sobre Francia. Horas después, Brasil dejó tendido a una Colombia que se convirtió en animadora y la responsable de una lesión de Neymar.
Gonzalo Higuaín es señalado por fallar en momentos decisivos, pero esa condición la olvidó en cuartos de final. Con su tanto, Argentina venció a Bélgica, por la mínima.
Costa Rica llevó a Holanda hasta la tanda de penales. Pero minutos antes del final, el técnico tulipán realizó un cambio que sorprendió a todos: cambió a su portero para la tanda de penales.
La inventiva le funcionó y Krull detuvo dos penales que a la postre dio el pase a los subcampeones de Sudáfrica.
La tragedia del Mineirao
Antes de iniciar el Mundial, Brasil tenía una consigna: volver al Marcacaná para llevarse la Copa del Mundo, tras 64 años del momento más trágico en la historia de su futbol.
Sin embargo, antes de llegar al Maracaná, visitarían el Mineirao y a una Alemania que partido a partido aceitaba su máquina. Lo que Brasil no estimaba es que en menos de 30 minutos tendría cinco goles encima.
Müller, Klose en dos ocasiones, y Khedira darían forma a una goleada que ya tenía tintes de tragedia brasileña.
Alemania bajó la velocidad y pese a ello, Schurrle marcó dos tantos más. El marcador decía 7 a 0. Al final, Oscar batiría a Manuel Neuer para poner a Brasil en el marcador.
En Sao Paulo, Sergio Romero se convertiría en el héroe argentino al darles el pase en la ronda de penales. Holanda tendría que conformarse con el juego por el tercer lugar.
América para los alemanes
Hasta Brasil 2014 ninguna selección europea se había coronado en un Mundial realizado en América. Los alemanes se enfrentaban a esa maldición ante una Argentina que levantaba serias dudas pero que daba esperanzas a sus aficionados para campeonar en la tierra de su odiado rival futbolístico.
Previo a la disputa por el título, Holanda aprovechó la debilidad emocional de Brasil para obtener el tercer lugar del torneo y sellar el fracaso de la selección local.
En el Maracaná, Higuaín volvería a fallar, Argentina a dominar y Alemania a ganar con un gol en los últimos suspiros del tiempo extra. Mario Gotee batió a Romero y con ello dio su cuarto título mundial a la Selección teutona.
América ya era para los alemanes.