UNAM y Universidad de Kioto instalan red de potencial sísmico en brecha de Guerrero

Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de Méxito (UNAM) y de la Universidad de Kioto instalan una red sismo-geodésica en la brecha sísmica de Guerrero que se extiende de Acapulco a Papanoa.

La red “podría ser la antesala de una era instrumental en México que permita hacer ciencia y desarrollar sistemas de alertamiento altamente sofisticados”, señaló la UNAM mediante un comunicado.

A la par, permitirá elaborar un sistema de alertas más preciso y diseñar mapas de peligro que mejoren los actuales reglamentos de construcción.

“Las nuevas estaciones permitirán analizar mejor los procesos tectónicos para cuantificar el potencial sísmico de la brecha en donde es probable que se origine un gran temblor”, añadió la UNAM.

Se espera que la red de alertamiento quede instalada este mismo año mediante este proyecto que liderea tanto la Universidad Nacional como la casa de estudios de Kioto.

Proyecto México-japonés

La colocación de la red forma parte del proyecto “Evaluación del peligro asociado a grandes terremotos y tsunamis en las costas del Pacífico mexicano para la mitificación de desastres”. Se busca colocar los instrumentos a lo largo de la brecha sísmica de Guerrero, el sureste de Acapulco -donde en 1957 se registró un fuerte terremoto-, o en el Istmo de Tehuantepec.

La red, añadió elinvestigador del Instituto de Geofísica de la UNAM y líder del proyecto, Víctor Manuel Cruz Atienza, es anfibia (tierra-mar a profundidades de entre mil y cinco mil metros), sismológica y geodésica.

Además, en el fondo marino se colocarán siete sensores de presión hidrostática para “observar deformaciones verticales de la corteza continental”, dos sitios GPS acústicos para la deformación horizontal y siete sismómetros de fondo marino. Los instrumentos serán llevados por el Buque Oceonográfico de la UNAM “El Puma”.
Brecha de Guerrero, peligro constante

El especialista recordó que la brecha sísmica de Guerrero está a una distancia de 150 kilómetros de la Ciudad de México, menor a la del lugar en la que se originó el sismo de 1985. Apuntó que en caso de ocurrir en temblor en esa zona de magnitud 8, “los efectos en la capital podrían ser devastadores” y hasta tres veces superior al sismo de la década de 1980.

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