Vampipe es uno de esos twitteros que muchos quisiéramos ser pero que no más no podremos. Tiene habilidad para el video, el chiste corto y la ironía fina. Así ha logrado mofarse de la política y de los gobiernos de distintos niveles durante 10 años. Obvio esta administración no la ha pasado por alto, mucho menos cuando los electos el 1 de julio de 2018 cometen tantas torpezas y de forma bárbara al momento de tomar decisiones.
Pero hasta personajes divertidos como él, con todo y sus 133 mil seguidores, tienen momentos de suma seriedad; así lo mostró en un tuit el pasado 15 de junio cuando escribió un largo hashtag titulado #ClaudiaCómoPuedoAyudar.
El mensaje iba dirigido a la actual Jefa de Gobierno, quien no se ha cansado de repetir los desperfectos de su predecesor en prácticamente todos los ámbitos. Ninguno se le ha escapado, mucho menos uno tan delicado como lo es el tema de la seguridad pública. Así es como ella justifica la delincuencia y violencia descontrolada en la capital.
He decidido no criticar para nada a @Claudiashein y al @GobCDMX, por lo menos por un par de meses, y en cambio dejo el hashtag… #ClaudiaCómoPuedoAyudar
Y lo digo de forma sincera y de corazón. ¿Cómo podemos ayudar?
— Vampipe ⍨ (@vampipe) 15 de junio de 2019
La última víctima que más resaltó fue un bebé de ocho meses que agonizaba en una calle perdida de la colonia Bosques del Pedregal, en la Alcaldía de Tlalpan. El ataque ocurrió el viernes 14 de junio contra una pareja que comía garnachas; a los asesinos no les importó la vida de un infante que no pidió estar en el lugar y abrieron fuego. A él también le dispararon y murió a las pocas horas mientras se le daban primeros auxilios.
La imagen aterradora convertida en una calca de lo que ocurre en estados como Guerrero, Tamaulipas Veracruz, Michoacán, mostró nuevamente la vulnerabilidad de la justicia mexicana. No hay quien pare a estas bestias; lo saben y por eso ya no se toman la molestia de ser precavidos y asesinan a quien sea sin importar si también la “debían”. En buena medida por el bajísimo nivel de efectividad en las investigaciones que han convertido a México en el cuarto país de mayor impunidad a nivel mundial, según un estudio de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) publicado en 2018.
A grandes rasgos la impunidad pasó de 67.42 puntos en 2016 a 69.84 puntos en el año de darse a conocer, donde regiones como el Estado de México se ubicaron en una situación por demás alarmante. Curiosamente no es así en la Ciudad de México que reporta índices de impunidad media según este estudio, lo cual no quiere decir que sea buena noticia, sino que la gente no denuncia.
Así lo demuestra la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2018 del Inegi, donde se reportó una cifra negra del 93.2 por ciento, lo que significa que sólo se denunciaron siete de cada cien actos delictivos; la desconfianza y que la gente considere acudir a las autoridades como una pérdida de tiempo son las principales razones de que no haya denuncia, sin embargo, lo peor es que de esos poquísimos casos en los que la sociedad sí se atrevió a denunciar un crimen, en más de la mitad no se resolvió nada. El círculo vicioso no se rompe, se fortalece.
Todo este conjunto de aspectos negativos han hecho que el crimen penetre con mucha facilidad en colonias de todos los estratos. No. Importa si se llama Condesa o Héroes de Padierna, ninguna se salva, y cada vez los delincuentes son más violentos, menos cuidadosos y su fiereza se vuelve parte de la cotidianidad. Por eso las víctimas de menor edad aumentan y tal parece que ya no son daños colaterales, sino ataques directos.
Pero el reflexionar, mostrar números, o en su defecto, vomitar odio y reproches tampoco sirve de mucho. ¿Qué podemos hacer entonces? Definitivamente aceptar esta horrible realidad no es una opción, por el contrario, debemos buscar integrar acciones colectivas que hagan llegar nuestra voz a los representantes en turno. Las redes sociales pueden ser efectivas — aunque con reservas en época de bots— pero también necesitamos encontrar nuevos mecanismos de participación social y apoyo a las autoridades e instituciones, además de fortalecer y utilizar los que ya existen.
Un hashtag puede ser un buen comienzo, más si lo promueven aquellos cuyos mensajes generan impacto e interacción orgánica entre sus seguidores, ahora sólo falta que del espacio cibernético se pase al público y eso sí podemos hacerlo. Tengo esperanza de que eso ocurra.
De a tuit
Ya vienen los estrenos de verano y varios suenan a promesas rompe taquillas. Toy Story encabeza la lista, ojalá no sea terrible, especialmente tratándose de una trilogía tan bien cerrada como lo fue la historia de los juguetes.