Neymar se marchó al PSG por el deseo de no vivir a la sombra de Lionel Messi. Deseaba convertirse en la figura del equipo y ayudar a su conjunto a brillar.
Hoy lo consiguió.
En un duelo pasado por la tensión, el nerviosismo y cansancio, el PSG obtuvo, sobre la hora, el pase a las semifinales, frente a un Atalanta que peleó hasta el final.
La asimetría en las nóminas de los equipos no se apreció salvo en los últimos tres minutos del duelo, cuando Neymar y Mbappé aparecieron para gestar las jugadas del empate y la diferencia.
Pero antes de romper la maldición, el PSG tuvo que vivir la frustración de quedarse a centímetros del gol.
Neymar tuvo la primera antes de cumplir los 15 minutos del duelo. En una triangulación quedó frente al arco del Atalanta pero su disparo pasó muy desviado.
Minutos después nuevamente desbordó a la defensa italiana; sobre el lado izquierdo sacó un tiro centro que no encontró destinatario. El brasileño comenzaba a mostrar frustración.
Atalanta soportó los golpe y comenzó a desplegar su juego. De los pies del Papu Gómez, Duván Zapata quedó de espaldas al arco. En un extraño movimiento, logró girar y ceder a Pasalic, quien de primera disparó y colgó la pelota en el arco, pese a la estirada de Keylor Navas.
😁✈ ¡Así celebró Pašalić su gol ante el Paris en los cuartos de final de la Champions League!#UCL | @Atalanta_BC pic.twitter.com/idZ5CY2C9l
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Parecía que la historia volvería a repetirse y los franceses sucumbirían previo a las seminales.
Neymar volvió a ser el protagonista del duelo. Tomó la pelota por el sector izquierdo, a la altura media del campo, desbordó y dejó sembrados a tres defensas y sobre la marca de otro, sacó un disparo que pasó a centímetros del arco.
Los focos volvieron a estar sobre el ’10’ parisino. Un error en pase de Hateboer dejó sólo a Neymar frente al portero. Pero la presión volvió a pesar sobre el brasileño y mandó la pelota por encima de la portería.
Atalanta llegaba vivo al segundo tiempo.
Cada que el PSG quedaba eliminado, el nombre de Neymar volvía a escena. Las críticas se centraban contra el brasileño aunque no estuviera en el campo. El dinero que el cuadro francés pagó al Barcelona por el 10 no se veía reflejado en Champions League.
Al 54, Atalanta estuvo cerca de marcar el segundo tanto. Tras dos cabezazos en el área parisina, Gosens no pudo empujarla al marco.
Los italianos pagarían la falla muy cara.
Thomas Tuchel tiró la artillería pesada. A sabiendas que su futuro dependía de este duelo, decidió meter a Kylian Mbappé al campo.
La velocidad del francés se notó y Atalanta comenzó a sufrir con la capacidad del joven delantero.
Neymar por fin tenía compañero para asociarse y comenzó a pesar más en el duelo.
La suerte del Atalanta comenzó a diluirse cuando Papu Gómez salió del campo por una lesión. Sin su socio, Zapata terminó por fundirse y tuvo que abandonar la cancha, a 10 minutos del final.
El PSG terminó con Draxler y Choupo-Moting en el campo y casi cuatro elementos en el área del Atalanta.
Entonces llegaron los minutos finales. Cuando el cuadro de Gian Piero Gasperini veía la orilla, Neymar bajó una pelota dentro del área y cedió con sutileza para que Marquinhos terminara por empujarla al fondo del arco.
Mientras los franceses festejaban, los italianos se derrumbaban, uno a uno, en el campo, como si supieran que el sueño comenzaba a terminarse.
Tras la revisión del gol por parte del VAR, el PSG volvió a la carga, había visto que su rival estaba herido y estaba dispuesto a darle la puntilla final.
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Neymar volvió a tomar la pelota, con el último esfuerzo enfiló hacia el arco. Sobre los tres cuartas partes del campo, cedió para Mbappé. El francés entró al área, aceleró y tiró un pase que halló la complicidad del pie de Choupo-Moting.
El esférico terminó en el arco, pese a las protestas y lamentos del Atalanta, y en medio de los golpes con los que Tuchel dejó ir la frustración pasada.
El PSG lo conseguía.
Atalanta tuvo una última. En un balonazo, Luis Muriel quedó frente al arco. Sin embargo, las ideas se le esfumaron y terminó con la pelota enredada en los pies y fuera del campo.
Neymar, Mbappé y Tuchel respiraban. El PSG volvía a unas semifinales en Europa después de más de 30 años sin pisarlas.
Neymar, que salió del Barcelona para convertirse en la figura, lo conseguía su nombre figuraría como el héroe que derrotó al sorprendente Atalanta.