¡Lo he visto!
Repleto, tan vacío de ausencia,
en lo efímero reposa su cuerpo
Camina entre la sangre
de los difuntos, de los inocentes,
arroja flechas, hiere lo eterno.
¡Juro que lo vi llorar!
mientras cortaba sus flores
no tenía ni piel, ni rostro,
parecía el mismo fuego
Entre las venas se apaña la mirada
y ante el espejo
se queda temblando.