Al Manchester United le bastó una jugada para demostrar su grandeza y eliminar al París Saint Germain (PSG), y volver a los cuartos de final, instancia en la que no estaba desde el 2012. El cuadro francés cayó, por tercera vez consecutiva, en octavos de final.
El duelo empezó con un United que buscó la portería rival desde el primer minuto. Los de Ole Gunnar Solskjær sabían que si no conseguían un gol rápido, la eliminatoria se le complicaría.
El primero cayó por obra de Romelu Lukaku, luego que Thilo Kehrer perdiera el esférico y el jugador belga diblara a Gianluigi Buffon y mandara la pelota al fondo del marco.
El PSG se sacudió la sorpresa y tiró de Kylian Mbappe para empatar el duelo, luego de una combinación con el lateral Juan Bernat.
El gol parecía darle tranquilidad al cuadro francés, que ganaba 3 a 1 en el marcador global.
Pero Lukaku volvió a aparecer y marcó su segundo gol, y tercer doblete en tres competiciones seguidas. Manchester United ya ganaba y contaba con al menos 760 minutos para buscar un tanto y obtener el boleto.
El Manchester se replegó, mientras el PSG buscó un gol que le diera tranquilidad. Ángel Di María y Bernat tuvieron el tanto del empate, pero ambos fallaron.
Al 93′, la polémica arribó al Parque de los Príncipes, cuando Diogo Dalot sacó un potente disparo que rebotó en la mano de Presnel Kimpembe. La pelota terminó en el tiro de esquina, pero los árbitro del Asistente de Video (VAR, por sus siglas en inglés), pausaron el partido.
La tensión se instaló en el campo del PSG. Caras de decepción, expectativa y hasta de rezos, se apoderaron de aficionados y jugadores. El árbitro corrió al campo. Hizo la señal de la revisión en el VAR y dictó la sentencia que del partido.
Era penal en favor del Manchester United, Kimpembe no lo podía creer. Marcos Rashford tomó la pelota. Disparó con potencia y batió a un Buffon que atinó el lado del tiro, pero no pudo con la potencia del cobro.
El silencio se apoderó de la afición parisina, mientras los seguidores de los diablos rojos hicieron de la tribuna una sucursal del Teatro de los Sueños.
El United concluyó la hazaña a costa de un PSG que volvió a naufragar en el miedo de explotar su potencial y cuidar el resultado.