Eliminación del fuero: ¿invitación a la inestabilidad política en México?

Foto: Twitter, @Mx_Diputados

La aprobación en la Cámara de Diputados de la propuesta para eliminar el fuero a funcionarios nos tomó por sorpresa a todos.

La propuesta de ley modifica los artículos 17, 61, 74, 108, 110, 111, 112 y 114, y eliminan el fuero a funcionarios, incluido el Presidente de la República, para que queden al margen de un juicio.

Cabe señalar que esta propuesta ha sido turnada al Senado para su aprobación, además de que 17 Congresos estatales deberán aceptarla.

Con todo este contexto previo, aquí una lectura personal del suceso:

  1. Sorprende que un tema por años polémico y evadido en nuestra clase política haya alcanzado una resolución “express” como lo hizo el día de ayer. ¿Qué posicionó a este tema en el centro de la agenda política del Congreso? Una respuesta fácil: la decisión se da un día después de las cifras que muestran las encuestas de preferencia de cara a la elección, y que para la clase política actual está pasando algo irreal y terrorífico: Andrés Manuel López Obrador crece y se abre la posibilidad de que alcance la mayoría absoluta en la elección y las Cámaras legislativas. De ser así, podría tener una ventaja tajante. Es mejor debilitarlo antes de que gane la elección.
  2. Diarios como Vanguardia, Crónica o La Razón se han referido a la resolución del Congreso como la “Ley Meade”. En efecto, hace unas semanas el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) presentó una propuesta para eliminar el fuero a funcionarios públicos. No obstante, la maniobra es un tanto mañosa y barata por parte de la Cámara de Diputados y estos diarios para posicionar al delfín tricolor en la agenda pública nacional. Otra acción desesperada para inflar a un candidato que no levanta ni a los muertos.

  3. La “Ley Meade” tiene algo positivo para los detractores del PRI. De ser efectiva – y no terminar como poesía jurídica, como muchas otras de nuestras legislaciones- se abre la puerta para enjuiciar y hacer pagar por sus crímenes a decenas de políticos que por años han vivido en la impunidad, piense lector en nombres como: Ulises Ruíz, Mario Marín, Los Murat, los Moreira, Ángel Aguirre, Rodrigo Medina, Arturo Montiel, Roberto Borge y un largo, etc. El mismo PRI ha eliminado el principal obstáculo que por años le ha permitido violar la ley y ser la materialización de la corrupción. Esto nos muestra dos posibilidades, o están muy desesperados por cambiar -poco probable-, o en verdad, piensan que un triunfo de Obrador es inevitable y buscan tener los medios para atacarlo en el futuro.

  4. La “Ley Meade” también tiene algo positivo para los detractores de AMLO. Si en algún momento el “neo dictador populista bolivariano” o “mesías tropical” empieza la transformación de México a Venezuela, será mucho más fácil librarnos de él.

  5. Lo más grave: la “Ley Meade” es una cláusula de ingobernabilidad. Abre la posibilidad de una figura política que por años fue irreductible para el PRI en el sistema político nacional: el “Impeachment”. De ganar AMLO, Anaya o Meade, tendrán que someterse a ella, y las preferencias electorales, muestran claramente que ninguno alcanzará una alianza de mayoría absoluta en el Congreso con su partido o coalición. Como nunca, la capacidad de hacer acuerdos políticos efectivos en el país será decisiva. Y como nunca, la ausencia de esos acuerdos desembocara en severas crisis políticas, que pueden culminar con la destitución del poder ejecutivo. Algo impensable por casi cien años en el presidencialismo mexicano.

  6. ¿Creía que no podíamos estar peor lector? Sonría con amargura. La sabía sentencia de Carlos Monsivaís -hace años cuando le preguntaron: ¿cuál es el mejor momento de México?- se hace una vez más real.

¿La respuesta? Nuevos escenarios de política ficción se abren ante nuestros ojos, la de vivir crisis políticas como las que han acontecido en Brasil, Paraguay u Honduras.

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