Más que un evento deportivo, los Juegos Olímpicos (mas no olimpiadas, dado que ese es el lapso que hay entre competiciones) son un acontecimiento cuyo entorno ha estado marcado por contextos políticos y sociales muy específicos, que repercuten de manera directa o indirecta en los países anfitriones e invitados, antes, durante o después de la justa.
No por nada en el periodo de entreguerras, la Alemania Nazi utilizó los juegos de Berlín 1936 para promover su ideología; así se hizo también durante la Guerra Fría (como ejemplos están los boicots realizados por las delegaciones estadounidenses y soviéticas en los juegos de Moscú 1980 y Los Ángeles 1984, respectivamente), aunque también han servido como elemento de protesta en contra de conflictos bélicos y raciales, pese a que en 1916, 1940 y 1944 se tuvieron que suspender debido a la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Esta competencia, que reúne a los mejores atletas del mundo desde 1896, también ha estado marcada por el terrorismo. En los Juegos de Múnich 1972, el grupo terrorista palestino Septiembre Negro secuestró y mató a 11 deportistas israelíes. Durante Atlanta 1996, una bomba explotó en el Centennial Olympic Park, lo que cobró la vida de dos personas, además de dejar 111 heridos.
O los comentarios realizados por la atleta griega “Voula” Papajristu y el futbolista suizo Michel Morganella, expulsados de Londres 2012 por comentarios en contra de africanos y surcoreanos, respectivamente.
A pesar de ello, es día de hoy inician los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro. Por primera vez los anillos de colores, que simbolizan los cinco continentes, estarán en un país sudamericano y por segunda vez se realizarán en Latinoamérica, pese a los conflictos políticos por los que atraviesa Brasil. Del 5 al 21 de agosto, veremos a 10 mil 500 atletas de 206 comités olímpicos nacionales, quienes competirán por una medalla en 306 eventos de 28 deportes.
Las apuestas se vuelcan por Estados Unidos, líder indiscutible en esta competencia, pues siempre encabeza el medallero por los oros que conquistan sus atletas; aunque tendrá fuerte competencia por parte de la delegación china, que amenaza con arrebatarle ese pues. A México se le augura un interesante futuro, pues lleva la delegación más grande en la historia de su participación en Juegos Olímpicos; sus posibilidades aumentan en taekwondo, clavados, caminata, triatlón e incluso esgrima.
Serán 16 días de deporte, hazañas e historias construidas por atletas de 206 países. El pebetero está por ser encendido y la pasión de Río podrás vivirla aquí, en el Tecolote.