Barcelona busca una hazaña, de esas que sólo Lionel Messi es capaz de crear cuando la inspiración llega a sus pies. Enfrente tendrá al PSG, equipo que en el juego de ida fue un huracán y que por 90 minutos deberá mantener la ventaja de cuatro goles para continuar en la lucha por el torneo de clubes más importante de Europa.
El juego de ida en el Parque de los Príncipes fue de contrastes. Un equipo brilló, el otro se opacó; PSG fue contundente y le pasó por encima a un Barcelona desdibujado, que nunca encontró la conexión del medio campo con sus delanteros.
Con cuatro goles encima, el cuadro culé buscará una hazaña. No sólo se trata de remontar, sino de encontrar su esencia, aquella que lo encumbró como el mejor equipo del mundo, bajo la dirección de Pep Guardiola y Luis Enrique.
Del lado parisino, la duda es el planteamiento que el PSG pueda presentar. ¿Esperará para contragolpear?, ¿se lanzará al frente para cazar al cuadro culé y asestarle un golpe letal? La respuesta es de Unai Emery, técnico que tiene a su otrora bestia negra al borde de la eliminación.
El partido del miércoles será el onceavo que disputen ambas escuadras. La balanza se carga a favor del cuadro culé con cuatro victorias; tres partidos han terminado en empates y tres han sido para el conjunto parisino.
Sin embargo, entre ambos equipos nunca se había dado una diferencia tan marcada como ahora. La noche del 14 de febrero será recordada por el PSG como una de las más pletóricas en su historia. La intensidad mostrada y la capacidad ofensiva de Ángel Di María (18’, 55’); Draxler (40’) y Cavani (72’), aún retumban en el Parque de los Príncipes.
Desde el 4-0, los equipos viven realidades diferentes. PSG parece en estado de gracia, a pesar de ser segundos en la liga francesa. Barcelona vive convulso, tras la victoria de 6-1 sobre el Sporting de Gijón, Luis Enrique anunció su partida del club en el próximo verano y el equipo, cada juego, sale en busca de sensaciones que le recuerden su pasado pletórico, aquel donde era una delicia mirar el toqueteo catalán.
¿Será Messi capaz de llevar al Barcelona a sus doceavos cuartos de final consecutivos y concretar la hazaña? ¿Emery continuará el sueño galo de conquistar la Champions League? ¿Despertará Suárez, el amuleto culé? ¿PSG emulará la eliminatoria de 1995 cuando eliminó a los cules? El Nou Camp y 90 minutos darán la respuesta.
El extra: ¿la hazaña es posible?
Barcelona no sólo busca remostar un 4-0, también tratará de convertirse en el primer equipo que lo haga sin haber marcado gol en el juego de ida; por ello, el estudio de la UEFA le da un 0 por ciento de posibilidades de clasificar a cuartos de final de la Champions League.
A pesar que en la historia de la Champions se han dado remontadas, el equipo que lo ha logrado marcó un gol en la ida o la desventaja es de tres goles o menos. El cuadro culé lo ha hecho dos veces.
La primera ocasión ocurrió en los cuartos de final de 1999-2000, cuando recibió al Chelsea con una desventaja de 3-1. En casa, el equipo entonces dirigido por Lous Van Gaal, mandó el juego a tiempo extra, tras vencer a los ingleses por 3-1. En tiempo extra, Rivaldo y Patrick Kluivert sellaron el triunfo catalán.
La segunda remontada se dio en los octavos de final de la temporada 2012-2013. En la ida, Milan había vencido 2-0 a los culés. En casa, Barcelona se despachó con un 4-0 que lo colocó en la siguiente ronda.