TecoReseña (9/04/2020).- El investigador Rafael Navarro González se convirtió en el primer mexicano en pisar Marte, luego de que la NASA decidiera identificar a una de las montañas con el nombre del integrante del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM.
El destacado investigador mexicano dedicó su vida a indagar los componentes básicos y la posibilidad de vida en el planeta rojo.
“Su investigación siempre fue de carácter interdisciplinario, balanceando el trabajo teórico, experimental y de campo en diferentes aspectos atmosférico y planetarios, relacionados con el origen y evolución de la Tierra”, destacó la directora del ICN, María del Pilar Carreón Castro.
Rafael Navarro González identificó los ingredientes básicos para la vida en el ambiente marciano utilizando el vehículo Curiosity; también identificó el papel de los relámpagos volcánicos en el origen de la vida.

También, halló una zona estéril en la Tierra análoga a Marte, y descubrió una nueva herramienta para estudiar el cambio paleoclimático de la Tierra, mediante el análisis de gases atrapados en relámpagos petrificados.
Su capacidad de investigación derivó en 183 artículos publicados en revistas internacionales, así como en casi 7 mil citas. dirigió investigaciones; fundó el Seminario de Astrobiología en los posgrados de Ciencias del Mar y Ciencias de la Tierra e impartió el curso optativo de Búsqueda de vida en Marte, en la licenciatura de Ciencias de la Tierra.

La montaña Rafael Navarro
Rafael Navarro falleció en enero pasado. La montaña que tendrá su nombre en Marte ahora será reverenciada en todos los trabajos científicos que realiza el equipo explorador de la NASA en el planeta rojo.
El sitio se encuentra en una región de transición del cráter Gale, de 130 metros de altura, es rico en arcilla y una de las zonas más ricas en sulfatos minerales.

“Rafael hizo muchos trabajos, pero el trabajo de percloratos impactó muchísimo y desde que lo leí la primera vez supe que tenía razón, fue un momento de Eureka”, declaró Christopher McKay, experto del área de Sistemas Planetarios del Centro de Investigación Ames, de la NASA.
Por su parte, la viuda del investigador, Fabiola Aceves Navarro, agradeció a la UNAM y las agencias espaciales de Estados Unidos y Europa, trabajar en la preservación del legado del científico universitario.
“Yo siempre le decía a mi esposo, un día tu nombre va a estar en Marte, no sé cómo o de qué forma, pero estoy segura de que va a pasar eso, porque él trabajaba día y noche, yo le ayudaba en todo lo que podía para que él pudiera hacer su trabajo”, finalizó.