Mis mejores lecturas de 2023

Este año leí alrededor de 50 libros. Comparto aquí mi top 5 de los que más disfruté, sin orden específico.

Literatura infantil de Alejandro Zambra

Lo amé desde la primera línea. No puedo pensar en una manera más hermosa de retratar la paternidad deseada y esperada con ilusión.

Mucho hemos leído sobre las maternidades y creo que esta experiencia es muy importante de ser comunicada. ¿Y la paternidad qué? En una sociedad en la que lo usual es que los hombres se alejen para siempre o, en el mejor de los casos, sean personajes distantes que no saben establecer vínculos con sus hijos, la irrupción llena de ternura que hace Zambra con este libro es verdaderamente apabullante.

Me es un poco complicado hablar de un conjunto de relatos porque siento que debo detenerme en cada uno y que esta pequeñísima reseña podría extenderse demasiado. En este momento no lo haré. Pero sí diré que honestamente no sé qué tiene Zambra que atrae muchísimo. Es de una sencillez y de una honestidad que he visto en pocos. Los relatos de Literatura infantil exploran bastante en la infancia y a él le interesa contar cómo es que nos hemos conformado como personas desde que somos niños o adolescentes. Literatura infantil es un libro muy conmovedor y sincero, que además cuenta con la buena escritura que caracteriza ya a un autor como Zambra.

Yo, Tituba, la bruja negra de Salem de Maryse Conde

Corren las últimas décadas de 1600. Tituba existe porque su madre fue violada por un marinero blanco; nace como esclava y con pocos años es testigo de la muerte de su progenitora (ahorcada por haberse atrevido a defenderse de un ataque de otro blanco dueño de tierras y poder). Desde el principio, la vida de Tituba es difícil, es esclavizada, sometida (a veces no sólo por blancos), es abusada y juzgada por lo que el pueblo de Salem llama “bruja”.

Tituba pasa por distintas regiones y “amos”, de Barbuda a Salem y de regreso, de casas suntuosas a la cárcel, de injusticias varias y personas que sólo buscaban su declive y su muerte. Pero en el camino las voces de sus dos madres la acompañan siempre, Tituba las escucha, a ratos, pero hay muchos otros en los que decide ignorarlas o simplemente no convocarlas, para tomar las riendas de su vida, aunque de alguna forma siempre supo la condena a la que estaría sometida desde su nacimiento.

Maryse Condé rescata la figura de Tituba, la primera bruja acusada (y confesa) en Salem, junto con otras mujeres que están consignadas en la historia como algunas de las otras famosas brujas enjuiciadas: Sarah Good y Sarah Osbourne. Esta novela, además de una historia tremenda con una protagonista poderosa, es un gran testimonio histórico de los diversos pueblos que vivieron en esas épocas, a su llegada a las tierras americanas, de cómo funcionaba la recién formada sociedad americana y cómo vivían su religión.

A veces despierto temblando de Ximena Santaolalla

El primer libro que leí en el 2023 fue esta extraordinaria novela. Tiene muchísimos puntos a favor: la manera de usar el lenguaje, la investigación histórica, la construcción de personajes que no son del todo buenos ni del todo malos sino víctimas de sus circunstancias, la forma de retratar la violencia y la inteligencia en la construcción de una novela coral con personalidad única y tremendas fuerzas narrativas.

La novela se centra en la vida de un par de kaibiles que son entrenados en Texas. A partir de ellos se va desentrañando la injusticia, el genocidio y las terribles prácticas aplicadas a la exterminación sistemática de los pueblos indígenas en Guatemala durante la dictadura de Efraín Ríos Montt.

Creo que hay un indicador importante para saber si una novela será memorable y quedará en la posteridad y ese es que las escenas se queden impresas en la mente del lector incluso meses después de la lectura. Esta novela tiene muchas escenas de estas: impactantes, memorables, dolorosas. Y también tiene personajes con estas características, que duelen mucho sus circunstancias y que son verdaderamente inolvidables.

Nadie duerme en el mundo de Alejandro Paniagua Anguiano

Alejandro Paniagua Anguiano decide explorar, en esta novela, los conflictos de pareja a partir de la enfermedad y de la sombra extenuante que se posa sobre una pareja y que hace que la convivencia se torne en un auténtico infierno. Porque la enfermedad también empuja a la falta de comunicación, a la distancia, a las dudas y también a las infidelidades.

El narrador es un velador en una bodega de escaleras. Andino es su pareja e Itzuri, su hija. Andino ha superado una enfermedad, pero la constante presencia de ésta comienza a metérsele en la cabeza. Su tumor (ya extirpado con éxito) vuelve para atormentarlo, primero de manera metafórica y luego de manera física. El solo pensamiento de la enfermedad y su posible regreso es suficiente para hacer que Andino comience a perder el suelo: su tumor, al principio imaginario, tiene una presencia tan fuerte en su vida que comienza a tener una voz y se convierte en un ser capaz de articular pensamientos y de penetrar la mente de Andino, quien poco a poco cede a las palabras de su tumor.

Nada es gratuito en Nadie duerme en el mundo, y cada suceso abona y tiene su razón de ser. La oscuridad, la soledad, el miedo, son algunos de los temas que se van enredando conforme avanza la trama. Y el final, trágico pero necesario, nos recuerda, con una amargura tan familiar que estremece, lo difícil que es en la vida tener finales felices.

Genética de los monos de María José Rodríguez

La escritura biográfica podría parecer sencilla y si no trae consigo aventuras maravillosas y fuera de lo común podría ser incluso aburrida. ¿A quién le puede interesar una vida ordinaria? Pero ahí está el detalle. ¿Cómo hacer que sucesos normales y cotidianos nos parezcan llamativos, nos conmuevan y nos descoloquen?

A mí me gusta mucho este tipo de literatura. Y amo las novelas de este corte cuando se hacen bien. Disfruté enormemente, por ejemplo, El año del pensamiento mágico de Joan Didion. Genética de los monos es un libro que te invita a acompañar a María José a través de importantes eventos vitales que eventualmente la conforman como ser humano: su padre ausente o presente y los problemas que trae el hecho de que tiene una segunda familia, la muerte de su mejor amigo, su embarazo (o embarazos y los respectivos abortos), sus inseguridades en las relaciones de pareja, los vínculos con sus hermanos, sus amigos, etc.

La forma en que María José cuenta todo lo anterior me pareció sumamente original. La mención constante a los monos y a otras especies animales encaja perfectamente en el tono y la intención de descubrimiento de las cosas y los acontecimientos. Es un libro que se queda porque es muy sencillo conectar con él y está escrito de una manera simple pero inteligente que atrapa a cada capítulo.

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