Hecho de ti, de la misma materia viva de tus labios.
¿La llamas besos?
Hecho de ti, con el ungüento que me untas con los dedos.
¿Lo llamas caricias?
Hecho de ti,
en un abrir y cerrar de ojos, con el más leve aleteo
de los párpados, con el que me haces agachar la mirada.
¿Lo llamas coqueteo?
Hecho de ti totalmente, hasta el tuétano.
De acuerdo,
también con un poquito de agua, como dicen los que saben.
Martín Santomé 13 mayo 2018
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