El domingo se llevaron a cabo elecciones en 14 estados, donde se eligieron a 12 gobernadores. Más allá de las campañas repletas de lodo en lugares como Tamaulipas o Veracruz, lo importante fueron los resultados, pese al abstencionismo avasallador.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) auguraba alcanzar nueve de las 12, sólo tuvo cinco. Las demás se las llevaron dos partidos, algunas en alianza y otras el PAN por si solo; que si bien son instituciones enteramente cuestionables en sus procedimientos, sus integrantes y sus gestiones, las actuales y las que han pasado (en específico las dos a nivel federal de Acción Nacional), llama la atención la manera en la que gente castigó al PRI.
Reprimenda que le salió barata, pues pudo haber perdido Oaxaca y Zacatecas por un Morena que crece y crece. Sin embargo, se quedó con esas dos, Tlaxcala, Hidalgo (que es casi por antonomasia) y Sinaloa. Lo importante de esto, más allá de los partidos y los inadvertidos independientes, fue la gente. Sin más, dieron muestra de que cuando los mexicanos se lo proponen, puede conseguir un cambio (si quieren sólo de color), pero que le hace la vida menos fácil a los que toman las decisiones.
Efectivamente, no hay nada que festejar, sobre todo cuando en la Ciudad de México menos del 30 por ciento participó en la elección para el Congreso Constituyente. Como quiera que sea, el cinco de junio será una fecha para recordar y analizar que pese a nuestra desconfianza, apatía y desánimo (completamente justificado), tenemos la oportunidad de hacer las cosas diferentes.
Nuestra responsabilidad es, ahora más que nunca, hacernos presentes en la vida política a través de la información, la exigencia y el compromiso con nuestro papel como ciudadanos, que si bien no tenemos muchas armas, el voto nos permitirá darle un cachetadón a esos que nos “representan”. Felicidades hemanos mexicanos, sigo teniendo esperanza en ustedes, en nosotros.
De a tuit:
Ya detuvieron a #lordrollsroyce. Casual que fue después de las elecciones cuando el PRI pierde todo; más casual que Eruviel lo anuncie con tambores en Twitter. ¿Será acaso que EPN ahora más que nunca exige resultados para no perder su joya más preciada el siguiente año?