Descuelga la ventana en la pared, tierno bloque de cal y arena, cómplice de noctámbulos deseos sin ápice de amor y sueños tejidos en red.

Descuelga la ventana en la pared,
tierno bloque de cal y arena, cómplice
de noctámbulos deseos sin ápice
de amor y sueños tejidos en red.

 

Dispara tus ojos llenos de sed
en figura femenina de lince,
sin bondad ni malicia, sólo vértice
de amores ajenos a nuestra merced.

 

Torna tu etérea presencia y figura
en cumbres ligeras de historia endeble,
en mí, forma retráctil sin premura.

 

Ni caricia ni palabra indeleble
ni beso con vida, ergo sepultura
mental. Indiferencia indestructible.

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