México y Estados Unidos se disputan el pase a la Copa Confederaciones de Rusia 2017. El clásico de la Concacaf presenta un balance histórico a favor del combinado tricolor, al sumar 33 triunfos en 64 partidos. Sin embargo, en los últimos juegos, la selección de ‘las barras y las estrellas’ ha dominado los cotejos.
El primer encuentro disputado entre ambas selecciones se dio previo al mundial de Italia 1934, cuando la clasificación se disputó en territorio europeo. Aquella ocasión, Estados Unidos se impuso con marcador de 4-2.
Después, México dominó los encuentros, propinándole dos sendas palizas a los norteamericanos. La primera de ellas fue un 7-2 en 1937, la segunda por igual marcador en el camino al mundial de Suecia 1958.
Estados Unidos volvería a ganar en las eliminatorias a España 1982. Posteriormente, se daría el primer 2-0 a favor de los americanos, en aquella Copa Oro de 1991.
La derrota más dolorosa para el tricolor llegaría en 2002, cuando los dirigidos, en ese entonces, por Bruce Arena, vencerían a los comandados por Javier Aguirre en octavos de final del mundial de Corea-Japón.
El estadio del Columbus Crew, en Ohio, está maldito para el equipo mexicano. En aquellas frías tribunas, el combinado tricolor no ha podido conseguir gol. Pero no sólo eso, en esas tribunas nació el grito que más escozor genera en nacional: Dos a cero. Sus creadores son los “The American Outlaws”, un grupo de animación que poco a poco ha ganado más adeptos.
Este grito sólo reafirma el marcador constante entre uno y otro equipo en territorio norteamericano. Y es que desde que las eliminatorias en Concacaf se juegan a visita recíproca, durante el hexagonal final, ambos equipos dominan en su respectivo territorio.
Dulce venganza
Cuando México volvió a vencer a Estados Unidos en su territorio, no lo hizo en Columbus, sino en Los Ángeles, en el Rose Bowl, sede del próximo partido entre ambos equipos.
Aquella tarde de junio, el tricolor de José Manuel de la Torre venció a sus fantasmas. Tras 23 minutos de acción, parecía que el partido tendría un solo camino: Estados Unidos ganaba 2-0.
Sin embargo, México, seis minutos después, logró descontar el resultado tras el gol de Pablo Barrera. Al 36’, Andrés Guardado empataría el tanteador. Al 76’, Giovani dos Santos sellaría el encuentro con uno de los goles más bellos. Tras desparramar a los defensores y arquero norteamericano, el ‘10’ tricolor picaría el esférico para colocarlo en la horquilla del arco. Al final, México se coronaría campeón.
Nuevamente, el Rose Bowl será el escenario de otro encuentro entre mexicanos y estadounidenses; a parte del orgullo, está en disputa el pase a la Copa Confederaciones 2017 de Rusia.
México juega contra sus fantasmas: vencer a Estados Unidos en su casa. En 90 minutos, la gloria, la derrota y el orgullo están en disputa.