“Como la música del tiempo
suena tu paso próximo.”
Leopoldo de Luis
Memoria:
lejana gota que acaricia la montaña;
así
tan lejos
del tiempo que era palabra,
latidos en el vientre,
albas que se acurrucan en el parpado.
Oh luciérnaga que sobre sus alas lleva trozos de distintas almas.
Oh piedrecilla que bañamos en diente de león sabor a rezo.
Oh luz de los que caminaron en medio de las sombras y no claudicaron.
Escribo así,
de ángeles
de abrazos que se comen en porciones de cuatro,
de tu ojo con la noble intención de acompañarme en esta caminata
y de las huellas
en las que nos convertimos sobre tu iris,
somos inciertos
como vuelo del ave
y lo único que tenemos seguro es el resplandor de tu inocencia.
Tú
que haces palidecer a la tiniebla
y al cielo nublado estás enseñando
a sonreír:
Que siempre
a donde vayas;
siembres y coseches cariño.