Te odio con todo el amor,
que te guarda mi pecho.
Te odio por no poder amarte
como se debe.
Por no poder desbordarme,
con sutil fragilidad.
Te amo en silencio;
y por eso te odio.
Me quemaría con tanta furia,
que me sería imposible,
y de serlo posible,
te seguiría odiando.
Odio mis ganas acumuladas.
Comerte en un solo bocado,
de jurar contigo el pecado
al hacerte el amor.
Más que odiarte;
me odio a mí.
Por amarte como te amo,
por quererte como lo hago.
Jamás dejare mutilar mis ganas,
ni esas cosas vanas
que se cree cuando uno ama.
Te odio con tanta rabia sin querer hacerlo.
Ya que lo único que odio,
es este amor tan grato
al amarte tanto.
Revive: Punto de quiebre.