Por: Denise Hernández
@denhega
Allá por la década de 1980 y los principios de 1990, las voces de Raúl, Ricardo y Fernando se escuchaban en calles, restaurantes y eventos sociales. Entonando: “Tuve una vez la ilusión de tener un amor que me hiciera valer, luego que te vi, mujer, yo te supe querer con toditita mi alma”. Su canto endulzando el oído de las parejas en una pedida de mano, un cortejo o quizás sólo el dichoso detalle por el día de San Valentín.
A ya casi 30 años de haber formado el Trío “El Recuerdo” a ellos sólo les queda, como su nombre lo indica: “El Recuerdo”.
El recuerdo de épocas maravillosas donde solían ser el vinculo entre dos seres en búsqueda de el otro, el recuerdo de un gran número de personas agradecidas por la armonía que proyectaban sus instrumentos musicales y sus voces, el recuerdo de madrugadas en vela con canciones añejas y románticas y, !por qué no! el recuerdo de una pasión que les permitió tener el bolsillo lleno de morralla o billetes que… ¡El bendito 14 de febrero había dejado!
Cantando: “Hermoso cariño, hermoso cariño ya estoy como un niño con nuevo juguete contento y feliz no puedo evitarlo y quiero gritarlo hermoso cariño. Que Dios ha mandado, nomás para mí” acompaña los recuerdo Fernando: ¡ah! qué bonito en todos los sentidos -exclama.
Aún en la década de 1990, los jóvenes enamorados paseando por las calles a altas horas de la madrugada, los músicos se apoderaban de las calles, uno que otro mirón. Con suerte y el vecino se deleitaba el oído con la serenata que le llevaban a la joven de enfrente. Sin dudar las serenatas y las calles eran seguras.
Del tingo al tango en un 14 de febrero quizás vive, vive pero sólo en la memoria de “El Recuerdo”.
“Oscura soledad estoy viviendo la misma soledad de tu sepulcro, tu eres el amor del cual yo tengo el más triste recuerdo de Acapulco”
¡Buenísimo! Allá por la década en la que naciste, Denise. Gracias por compartir con esta reseña la historia de tan memorable y respetable trio 🙂