Columbus Crew, es el nombre del estadio que más sufrimiento ha causado a la selección mexicana de futbol en los últimos años. Desde que Estados Unidos recibe a México en eliminatoria mundialista, el cuadro tricolor sólo cuenta derrotas y un sólo marcador: dos a cero.
El próximo viernes 11 de noviembre, México volverá a la casa de su dolor: Columbus, para el inicio del hexagonal final rumbo a Rusia 2018. En 90 minutos, la escuadra de Juan Carlos Osorio buscará romper la racha negativa que tiene en la cancha de Ohio: ha perdido los cuatro encuentros disputados en ese campo y no ha marcado gol.
Además, una derrota en suelo norteamericano, podría dar fin al proceso de Juan Carlos Osorio en el tricolor. Sólo Luis Fernando Tena, técnico interino en dos juegos del 2013, dejó el banco del seleccionado, tras perder frente al conjunto de ‘las barras y las estrellas’.
Pero, ¿dónde inició esta historia, en qué momento el ‘dos a cero’ fue el canto que acompañó a México en el modesto estadio de Columbus?
El inicio de la pesadilla: 2001
La historia empezó en las eliminatorias para el mundial de Corea-Japón 2002. Estados Unidos había anunciado una nueva sede para sus juegos de local: Columbus, Ohio. México se metería al estadio de esta localidad el 28 de febrero de 2001.
El ambiente era dominado por la afición local. Desde los primeros minutos, México buscó la victoria, ante una escuadra norteamericana agazapada en su medio campo. El entonces técnico estadounidense, Bruce Arena, tenía claro que su conjunto competía en el ámbito físico, pero carecía de calidad técnica. El primer tiempo concluyó con empate a cero en el marcador.
Corría el minuto 46 del juego, cuando un pelotazo en zona defensiva se convirtió en pase para Josh Wolf. El delantero norteamericano aprovechó la desconcentración de la zaga mexicana para ganarle el mano a mano a Jorge Campos. Sin portero, mandaría el balón al fondo. La locura se había desatado.
México se desconcentró, mientras el conjunto local estaba más cerca de marcar el segundo.
Al 87, Earnie Stewart entró por el centro del área tricolor y encontró un centro lanzado por la banda derecha. Con una especie de penal en movimiento, el contención disparó para vencer a Campos por segunda vez.
Estados Unidos había aprendido la receta: pegar primero, desesperar al rival y terminarlo mediante sus errores. Aquella noche de febrero de 2001, comenzaría la pesadilla de México en Columbus.
“Caminando a Alemania 2006”, con tropezón en Columbus
México caminaba al mundial de Alemania 2006 con facilidad. Ricardo La Volpe comandaba un conjunto que dominaba un sistema de juego, a través de la posesión del balón. Pero el 3 de septiembre de 2005,el conjunto tricolor tenía una de las visitas más complicadas del hexagonal final: Columbus.
Tras un sinuoso primer tiempo, ambos equipos se marcharon al vestidor con el empate a cero. En el segundo lapso, Estados Unidos aprovechó su potencia física y poderío en el juego aéreo para meter en problemas al conjunto de La Volpe.
Corría el minuto 53, cuando un centro cruzó el área mexicana. Oguchi Onyewu se levantó y remató sobre la marca de Francisco Rodríguez. La pelota pegó en el poste, mientras Oswaldo Sánchez miraba cómo el balón cambiaba su dirección para quedar a merced de Steve Ralston; el mediocampista sólo empujó la pelota en la línea de gol y abrió el marcador.
Tras la anotación, los estadounidenses se tiraron atrás. La táctica estaba definida, esperar a México y en un contragolpe asestar el segundo tanto. Como guion, el conjunto tricolor cumplió su papel, se desbocó en busca del empate.
Poco a poco, los espacios se abrieron. Y fue al 58, cuando DaMarcus Beasley aprovecharía un descuido en la defensiva mexicana para plantarse frente a Oswaldo Sánchez y batirlo con un tiro cruzado. Era el 2-0 y una derrota más para el conjunto tricolor.
“Dos a cero”, con aroma sueco
La turbulencia en la dirección técnica de México tenía como responsable a Sven-Goran Eriksson. El sueco tenía la cita con el destino el 11 de febrero de 2009 para batirse frente a Estados Unidos, en el camino a Sudáfrica 2010.
Como en anteriores encuentros, México propuso y en tres ocasiones estuvo cerca de abrir el marcador, pero la falta de contundencia hacia que la historia se repitiera. Tras ello, Estados Unidos se hizo de la pelota y del ritmo del juego. Desde el minuto 20, la percepción del gol local era más que la del visitante.
Al 43, DaMarcus Beasle cobraría un tiro de esquina que sería dos veces cabeceado en el área. Oswaldo Sánchez evitaría que el balón entrara, pero dejaría el rebote a la llegada de Michael Bradley, quien, como en anteriores ocasiones, aprovecharía para empujar el balón al fondo. Estados Unidos, con la fórmula de siempre, se iba arriba del marcador.
Con el inicio del segundo tiempo, la selección tricolor se lanzó con todo al frente. Pero la búsqueda del empate se confundió con agresividad y Rafael Márquez se marchó expulsado por una patada sobre Tim Howard. México afrontaría los últimos 30 minutos del partido con 10 jugadores en la cancha.
En este escenario, Estados Unidos se agazapó, en busca del golpe letal. Cuando parecía que el partido terminaría con victoria por la mínima, llegó Landon Donovan, quien cedió a la llegada de Bradley. El 4 norteamericano firmaría una noche de ensueño al sacar un disparo potente que se le escapó a Sánchez de las manos. El “dos a cero” volvía a llenar las tribunas del Columbus Crew.
2013, el resultado que condenó a México al repechaje
El proceso eliminatorio rumbo a Brasil 2014 será recordado como uno de los más caóticos para el seleccionado mexicano. La otrora segura clasificación se convirtió en un rezo constante cuando, por 20 minutos, el tricolor estuvo eliminado del hexagonal. Pero esta historia tuvo un punto crucial en la noche del 10 de septiembre de 2013 en Columbus.
Apenas unos días atrás, José Manuel de la Torre había dejado el cargo de seleccionador, tras perder frente a Honduras en el estadio Azteca y complicar la clasificación al mundial de Brasil 2014.
Al mando del conjunto mexicano llegaba Luis Fernando Tena. El ‘Flaco’ planteó un esquema con ferocidad en la defensa y velocidad en el último cuarto del campo. A pesar de ello, México estuvo cerca de marcar primero, pero falló.
Estados Unidos olió a su víctima, sabía que estaba herida y buscada el resquicio perfecto para dañarla. Al 48, un tiro de esquina cruzó el área mexicana. Corona salió en busca de la pelota, pero sólo halló el aire, pues Eddie Johnson se le había anticipado para anotar el primer gol del partido. Otra vez, la vía aérea.
Los esfuerzos aztecas por empatar se diluyeron en el nerviosismo de la derrota parcial. La pesadilla volvería a repetirse cuando ni Corona ni la defensa despejaron un tiro raso que llegó a los pies de Landon Donovan. El 10 norteamericano empujó el esférico para el 2-0. A segundos del final, Clint Dempsey pudo marcar el 3-0, por la vía penal, pero erró su disparo como un recuerdo del destino. Columbus, es la tierra del 2-0.
¿La cita con la historia?
México se mide a Estados Unidos en el territorio que más derrotas le ha significado en los últimos años. Juan Carlos Osorio sabe que en 90 minutos puede definir su destino. Una victoria sembraría confianza en su proceso. Una derrota lo acercaría al abismo del despido y dejaría a México con serios problemas en el inicio del hexagonal final.
Ante el reto, el seleccionador integró una lista basada en jugadores que compiten en el futbol europeo. Del total, 10 saben lo que es enfrentar a los estadounidenses en Columbus. En el aire persiste la duda de qué jugadores conformarán el once titular, ante las constantes rotaciones de Juan Carlos Osorio.
Por su parte, Jurgen Klinsmann convocó a 26 jugadores, de ellos once juegan en equipos de la MLS, y los restantes en las ligas europeas y en el torneo mexicano.
Las cartas están sobre la mesa. El escenario listo, ¿se repetirá la historia o México acallará el “dos a cero” que hoy reina en Columbus?
https://www.youtube.com/watch?v=GAaBbFfv5HA