Este lunes #9M se vivió el silencio incómodo de quienes decidimos parar un día en protesta por los feminicidios en México.
Pasadas las 12 del martes, cuando abrí mi Facebook, me di cuenta que muchas seguíamos publicando y compartiendo notas y demás publicaciones relacionadas con la marcha del 8 de marzo, a favor y en contra de las protestas y sus formas.
Es complicado porque se trata de una construcción y deconstrucción constante de ideas, pensamientos y acciones incluso contradictorias, pues todas y cada una de ellas forman parte de nuestra educación, valores, creencias, experiencias y relaciones.
Por las mujeres que decidieron seguir laborando o realizar sus actividades cotidianas, por las razones que sean, me alegro de que puedan seguir haciéndolo, pues justo demostraron de qué se trata el feminismo: tener la oportunidad de decidir.
A quienes les gusta burlarse de las protestas feministas y “los actos de vandálicos”, me gustaría invitarlos a informarse, pues aunque esa es la parte que más muestran los medios, antes de emitir cualquier opinión, publicación o meme, lo correcto sería pensar un poco más en el otro, ser empáticos y hacer lecturas desde otras perspectivas para no caer en el absurdo.
Por más que quiero evitar discusiones con aquellos que tienen ideas opuestas o diferentes a las mías, #SorryNotSorry, seguiré defendiendo mi opinión y postura feminista, como seguramente cada uno lo seguirá haciendo, y es que justo ese es el punto, generar discusión, poner el tema en la mesa y generar debate.
Por eso, no me queda más que desear que ojalá nunca, nadie más, sea silenciada ni mucho menos violentada; que la ausencia voluntaria que se vivió el 9 de marzo sea un acto de rebeldía y no una realidad arrebatada desde la opresión.
#8M: Las calles se tiñen de morado
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By: Nathaly Valenzuela Cortés
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