Por Demian Ernesto
“y luego comprendí que mi nariz sangraba
a causa del intenso perfume de las flores”
Guillaume Apollinaire.
Arde rosa de tu aliento,
marchítate al final de mis días
y cúbreme con tu polvo.
En pocos años hablarán de ti,
y olvidarán lo que hice por mí.
Harán películas de nuestro tiempo.
Los hombres se sentirán maravillados,
de nuestra visión asqueada
y sin duda falaz, del pequeño mundo.
Quedaremos finitos y extintos,
en el cantar de los vientos.
En el honor y rugido del pájaro.
Todos sabrán que luchamos,
por no ser olvidados.
Pues no olvidamos el amor.
Arde única rosa del universo,
renace en el frío de enero,
bendice lo humano, sé mi único verso.