Llueve dentro.
Caminar por veredas de cemento es la sensación más fría para los pies.
La noche es sigilosa acompañante.
Dos almas juegan en lenguas prestadas;
Coloridos jugos hacen banderas extranjeras.
Una sonrisa más.
Una carcajada lejos.
El viento murmurando nombres.
Los hombres detrás del teatro en silencio.
Una catedral llora sus muertos con lágrimas campanarias.
Un corazón demuestra esperanza,
Viaja por los suelos,
Y le recuerdan que es un monstruo.
Llantos mudos, privaciones de voz.
Puro silencio, daños, grises.
Una bocanada de humo…
Y los remolinos duermen.
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Más #NidoDePoesía: Desde el después
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