Tottenham firmó una remontada histórica y se clasificó a la final de la Champions League, a costa de un Ajax que olvidó la magia en la antesala de la gloria. Lucas Moura se vistió de héroe y con tres anotaciones firmó el pase de los Spurs a Madrid.
El cuadro holandés salió desde el primer minuto a comerse a su rival. Tres ocasiones de gol en los primeros cinco minutos, el vendabal tulipán anticipaba una nueva noche gloriosa para el equipo que vio nacer futbolísticamente a Johan Cruyf.
Fue al minuto 6′, cuando en un tiro de esquina Matthijs de Ligt marcó de cabeza el primer gol del partido y segundo consecutivo en su cuenta personal.
De Ligt, de 19 años y capitán de la escuadra holandesa, es una de las joyas que el mercado europeo disputará en verano; aunque parece que su destino será Barcelona.
Tras ello, André Onana se convirtió en la muralla del cuadro local y evitó la caída de su arco en un disparo potente de Christina Eriksen. Minutos antes, Heung-Min Son puso el esférico en el palo, en medio de los lamentos de la afición inglesa.
Tadic tuvo el segundo, pero su disparo pasó a un costado del poste del Tottenham. El turco tendría su revancha minutos después, sobre el lado izquierdo, prolongó la pelota que Ziyech mandó a guardar, con un excelso toque.
La euforia se destapó en el Ajax Arena. La final de la Champions League se asomaba en el horizonte, 26 años después de la última vez que los holandeses estuvieron en el juego por la disputa de la copa.
Ajax volvió a comandar el partido. Presión alta. Precisión en el primer toque y el desparpajo de un equipo que se divierte con la pelota.
El silbatazo final de la primera parte constituyó un respiro para el equipo de Mauricio Pochettino. La magia vendría después.
El cuadro inglés salió a comerse el campo. A sabiendas de que necesitaba un gol en los primeros minutos, apretó en todos los sectores del campo, se apropió de la pelota y puso a sus delanteros en al menos dos ocasiones frente a Onana.
En una de ellas, Dele Alli quedó frente al portero tulipán, pero su disparo fue rechazado por el meta.
Al 55′, Lucas Moura recuperó una pelota en una falta favorable al Ajax. El brasileño cedió a Alli, quien se quitó a un par de defensas y dejó la pelota en el espacio. Moura aceleró. tomó la pelota y sobre lasalida de Onana, disparó para marcar el primero del Tottenham.
Si al Liverpool le bastaron dos minutos para cambiar la historia de las semifinales, al Tottenham le bastaron cuatro.
Minuto 59′. Tiro de esquina. Onana salva en la línea. Da rebota, no puede controlar la pelota. Moura toma el esférico, se quita a dos. Dispara. Gol.
Tottenham empataba el duelo y se colocaba a un gol de la hazaña. Ajax lucía nervioso, inseguro de retomar la pelota, pese a que había mostrado que con la posición de ésta es quizá el mejor equipo en la escena europea.
Los minutos se fueron evaporando. De Ligt la tuvo, pero Hugo Lloris desvió la pelota. Ziyech también la tuvo y la estrelló en el poste en dos ocasiones.
La tensión era máxima. Faltaba un minuto. Lloris fue a cabecear, la pelota terminó por encima del marco. Parecía que el partido estaba definido. Faltaban 10 segundos…
Pelota al aire. Llorente peleó. Alli tocó a la llegada de Moura. El brasileño estaba tocado por la historia, sobre la línea del área grande, sacó un disparo colocado. El silencio podía tocarse. La pelota superaba a Onana. El estallido de la felicidad. La tristeza de la derrota.
Gol del Tottenham. Gol de final. Gol que tendía de felicidad a los ingleses. Gol que derrumbaba a los holandeses.
La historia, la fuerza, la magia, el desparpajo del Ajax quedaba tendido, entre lágrimas, decepción y los aplausos del Ajax Arena.
Tottenham festejaba en medio de las lágrimas de Pochettino. Los gritos de Son y Kane, y la aparición de un héroe impensable: Lucas Moura.