Por: Aldo Rafel Gutiérrez
Una mujer secaba la lágrima que apenas asomada entre su mejilla, otra más, fugitiva de los anteojos, se asomaba por su portadora. Atentos a la voz de Mario Patrón, Mónica Ocampo, Carmen Aristegui, y dos de los padres de lo 43 normalistas desaparecidos el 26 del año pasado: Clemento Rodríguez y Emiliano Navarrete. Unidos para presentar e invitar a conocer un poco de la vida los jóvenes estudiantes a través de la publicación “Ayotzinapa. La travesía de las tortugas. La vida de los normalistas antes del 26 de septiembre de 2014”, editado por Proceso.
El libro narra 47 nombres. Recuerda a los 43 jóvenes desaparecidos forzadamente y retoma las historias de tres estudiantes muertos y un herido que aún permanece en coma.
Escrito bajo la supervisión del colectivo “Marchando con Letras”, integrado por distintos periodistas, a lo largo de estas páginas se recopila y narran fragmentos de cada una de las vidas de las víctimas, sus sueños, sus metas.
“Nos remueve las entrañas lo que estamos escuchando aquí. Ayotzinapa es una herida profunda que lastima a México de lado a lado”, sentenció la periodista Carmen Aristegui en su participación; a su vez aseguró que este libro mantiene viva la esencia de los jóvenes.
Durante sus intervenciones, Emilio Navarrete y Clemente Rodríguez, padres de dos normalistas desaparecidos, aseguraron que no pierden la esperanza de encontrar a sus hijos, y agradecieron las muestras de afecto dadas por organizaciones gubernamentales, periodistas y miembros de la sociedad civil, pues esto les ha permitido mantener la fuerza para continuar con la búsqueda de sus familiares.
“Los 43 padres de familia no sabemos nada y les agradecemos a todos que no nos dejen solos. Los normalistas tienen que regresar y verán que clase de muchachos son. Yo tengo la fe de que mi hijo va a regresar”, dijo don Clemente Rodríguez, padre de Christian Rodriguez Telumbre.
Tras señalar que siempre carga con la foto de su hijo en el sombrero, señaló que si el libro pudiera hablar, mostraría las lágrimas de los padres. Y sentenció “Todas las lágrimas derramadas, el gobierno las va a pagar. Sabemos que el gobierno tiene a nuestros hijos”.
Para Emiliano Navarrete, padre de José Ángel Navarrete González, el hecho y la nula respuesta del gobierno mexicano lo han llenado de coraje. Sin embargo, no descansará en la búsqueda de su hijo, “Sé que van a regresar y les contaré de cuánta gente lucho por ellos”, sentenció.