Luce esplendorosa, con el brillo que da la gloria. Objeto de deseo de los clubes europeos, ganarla significa convertirse en el mejor equipo del continente. Es la ‘Orejona’, la copa que consagra al campeón de la Champions League.
A lo largo de sus 60 años de historia, donde ha habido cambios de formatos para darles mayor dinamismo, la final de la Liga de Campeones cuenta con batallas épicas, donde las escuadras se baten en duelo para alcanzar el triunfo.
Los recuerdos magnifican las hazañas, las dotan de misticismos. Así evitamos olvidar. Por ello, en la antesala de la final que disputarán Juventus y Barcelona, en Los ojos del Tecolote hemos decidido armar un listado con las cinco finales más emocionantes de los últimos 20 años.
5. Moscú 2005, Chelsea vs Manchester United 1-1 (4-5)
La final en Moscú presentada dos clubes ingleses que habían destacado en Europa por la verticalidad de su juego. El duelo pintaba parejo y opciones en ambos arcos.
Por los ‘Red Devils’, Sir Alex Ferguson contaba con una delantera de miedo comandada por Wayne Rooney Carlos Tévez y Cristiano Ronaldo. Del otro lado, Avram Grant, técnico de los ‘Blues’, basaban su fortaleza en el medio campo de Lampard, Cole, Ballack y Michael Essien.
El primer tiempo concluyó con empate a uno en el tanteador. Cristiano Ronaldo abrió la puerta al 26 y cuando el partido agonizaba en su primera mitad, Lampard empataba.
La paridad de fuerza los llevó hasta los tiempos extras, donde los porteros, Peter Cech y Edwin van der Sar, bajaron la cortina de sus marcos. Cuando todo agonizaba, Drogba se hizo expulsar y el silbatazo del árbitro decretaría la llegada de los penales.
Tras cuatro penales acertados, dos por ambos equipos, CR7 tomó el balón para cobrar; se enfiló al punto penal y decidió frenarse en espera del movimiento de Cech, el cancerbero aguantó y el tiro del portugués salió débil y a las manos de checo. Una de las estrellas de Manchester había fallado.
Para Chelsea el terror vendría con el cobro de su capitán, John Terry. Si el inglés anotaba, el encuentro concluía y los ‘blues’ se consagrarían como campeones de Europa. Sin embargo, la lluvia y los nervios le jugarían chueco a Terry, al impactar el balón se resbalaría, mandando el esférico por encima del arco. La muerte súbita aparecía.
Tras dos tiros más, Anelka se alistaba a cobrar. Si acertaba la muerte súbita continuaba, si fallaba, todo terminaba. El francés se enfiló y disparó como queriendo horadar el arco, pero van der Sar adivinó y le arrebató la gloria. Manchester United se coronaba campeón.
4. Barcelona 1999. Manchester United vs Bayern Múnich 2-1
El Camp Nou recibía a dos de los clubes más grandes de Europa. Manchester United se medía al Bayern Múnich. Dicho juego es recordado por la forma en la cual los ‘Red Devils’ obtuvieron el triunfo.
Pero antes de llegar a ese momento, los alemanes se pusieron al frente con un gol de Mario Balsler. El delantero cobró un tiro libre en el pico del área grande por el lado izquierdo. Peter Scheichel poco pudo hacer ante el disparo que encontró las redes.
Después, el partido se volvió un concierto de centros al área del equipo muniqués. Sin embargo, Oliver Kahn se convirtió en muralla y evitó la caída de su marco. L contragolpe fue el arma que los alemanes utilizarían para conservar el resultado. La apuesta casi resulta.
Al 67’ y al 81’ llegarían los cambios que modificaron el destino del encuentro. Por los ingleses entraron Teddy Sheringham y Ole Solskjaer. Sir Alex Ferguson sabía que la hora de tirar el resto había llegado.
El partido se consumía. El empate no llegaba y el título parecía tener dueño. El cuarto asistente levantó el marcador electrónico, anunciando que faltaban tres minutos para el final del encuentro. Nunca el tiempo había tenido tal dualidad: eterno para unos, suspiro para otros.
En el primer minuto del agregado, el conjunto inglés tendría un cobro de tiro de esquina. El balón sería despejado por la defensa, pero caería al centro del área grande, ahí Ryan Giggs disparaba de manera desviada, pero la pierna de Sheringham desviaría para enfilar la redonda al marco. Una parte de las gradas estallaban en júbilo, mientras la otra lamentaba el gol. Era el empate.
Cuando parecía que la extensión del partido llegaría, Manchester United recordó que el futbol es capaz de regalar historias épicas. Nuevamente el balón terminaba en la esquina, David Beckham enviaría un trazo que Sheringham desviaría para la barrida de Solskjaer. El balón entraría como guiada por un imán al arco. El campeón era inglés.
3. Glasgow 2001. Real Madrid vs Bayern Leverkusen 2-1
Real Madrid volvió a la disputa del título europeo de clubes con un equipo plagado de estrellas. Vicente del Bosque comandaba, entre otros, a Fernando Hierro, Michel Salgado, Roberto Carlos, Claude Makélélé, Luis Figo, Raúl González, Fernando Morientes y Zinedine Zidane. Fue el francés el que esa noche escocesa brillaría con una definición magistral.
Pero antes de llegar a ese punto de la historia, hablemos del rival, el Bayern Leverkusen que tenía en sus filas al joven Michael Ballack, al letal Oliver Neuville y a Dimitar Berbatov. Los alemanes habían sorprendido al llegar a dicha partido y eran las víctimas frente al equipo que se había consagrado ocho veces en Europa.
El minuto 8’ del partido vi cómo Raúl anotaba el primer tanto que hacía soñar a los merengues con la novena orejona. Sin embargo, Lucio emparejaría los cartones al 13’. Después el juego se enfrascaría en un peloteo en el centro de campo hasta el minuto 45.
Entonces, Roberto Carlos desbordaría por la banda izquierda y tras despejar un balón que casi le quita el defensa, el esférico salió a la posición de Zinedine Zidane. El mago se vistió de blanco y de héroe y remató la redonda en una bolea impactada con la pierna izquierda. La bonita se coló en la horquilla, sellando uno de los goles más hermosos de la competición europea.
https://www.youtube.com/watch?v=wM9dsqdMdTY
2. Múnich 1997. Borussia Dortmund vs Juventus 3-1
Minuto 34’, Borussia Dortmund sorprendía, estaba venciendo a la Juventus con dos goles de Karl-Heinz Riedle. Entonces, Alessandro Del Piero le recordó a los italianos que su equipo no puede darse el lujo de perder sin pelear.
Sin embargo, Lars Ricken marcaba, sentenciando una de las mayores sorpresas del torneo. Borussia Dortmund conseguía su primer título de Europa venciendo a uno de los grandes.
https://www.youtube.com/watch?v=XOAZCXO0zCk
1. Estambúl 2005. Milan vs Liverpool 3-3 (2-3 penales)
Las hazañas recuerdan la magia del deporte, cuando un partido, resultado o jugador adquieren tintes épicos, los dioses del juego se regodean y los aficionados se sumergen en un éxtasis total. No hay nada como una remontada histórica, un marcador de escándalo o un jugador conquistando al mundo.
Para los aficionados al futbol, la final del 2005 entre Milan y Liverpool tiene ese grado. Además, dicho encuentro recordó que en el “juego más hermoso del mundo” nada está escrito y siempre hay espacio para la magia.
Tras un primer tiempo de ensueño, el equipo italiano se marchaba a los vestidores con tres goles de ventaja. Paolo Madini, al 1’; y Hernán Crespo, al 39’ y 44’; habían marcado las anotaciones. Todo era alegría para los aficionados de Il Diavolo. Del lado inglés, todo era desolación.
Sin embargo, algo sucedió en el vestidor del equipo que nunca camina solo que al segundo tiempo salieron revolucionados. No había de otra, era intentar cerrar de manera más decoroso o morir, de cualquier forma, nada podría ser peor.
Si la remontada era posible, tenía que ser comandada por el líder del Liverpool. Steven Gerard respondió y al 54’ clavó el primero. Un segundo mazazo vino al 56’, obra de Vladimir Smicer. Milan no reaccionó y en menos de seis minutos, al 60’, Xabi Alonso desataba la locura en Turquía. Liverpool había empatado.
Después, la historia sería reservada para Jerzy Dudek, arquero polaco que defendía a los ingleses. Uno tras otro el balón terminaba en sus manos o rechazado por alguna parte de su cuerpo. Milan intentaba pero no podía, Liverpool resistía y se acercaba a la otra orilla.
Tras 120 minutos de juego, la final de la Champions se dirimía en penales. Milan cobraba primero y Serginho fallaba. Por los británicos, Hamann acertaba. Andrea Pirlo erraba y Djibril Cissé anotaba. La pizarra estaba 0-2 a favor de Liverpool.
Jon Tomasson acortaba distancias, mientras Dida, arquero de Milan, le detenía el disparo a John Riise. Kaká empataba el marcador y la serie se tornaba cardiaca al entrar a los dos últimos penales. Por Liverpool, Vladimir Smicer marcaba. La responsabilidad caería sobre los hombros de Andriy Shevchenko.
El ucraniano tomó el balón y se enfiló para disparar. El tiro salió al centro, a la posición de Dudek, quien se convertiría en el héroe. Liverpool había hecho historia, no sólo remontó un marcador que parecía imposible, sino alcanzó el título de la Champions League.
El futbol, nuevamente, había alcanzado tintes de heroísmo.
https://www.youtube.com/watch?v=tnB4XAhl6PY