México vence a sus fantasmas y viaja a Rusia 2017

Por: Juan Pedro Salazar
@juaninstantaneo

México derrotó a sus fantasmas y venció por 3-2 a Estados Unidos. Triunfo merecido para un equipo que se entregó a cabalidad en el campo y mostró que a los jugadores tricolores aún les hierve la sangre. Con el resultado, la selección mexicana obtuvo su pase a la Copa Confederaciones de Rusia 2017.

Fue un partido cardiaco, de gran intensidad, donde Ricardo Ferretti sorprendió con la alineación presentada. El tricolor salió al campo con un tridente comandado por Javier Hernández y completado por Oribe Peralta y Raúl Jiménez. Además, Rafael Márquez se enfundó como único contención, acompañado en las bandas por Héctor Herrera y Andrés Guardado. En defensa, Héctor Moreno se mostró como el líder de la zaga junto a Diego Reyes, Miguel Layún y Paúl Aguilar.

Los primeros minutos presentaron a México volcado al frente, atacando y dominando el esférico. La recompensa cayó al 10′, tras un pase de Márquez que Jiménez tocó de tacón a la llegada de Peralta. El delatero americanista cedió para Hernández, quien definió frente al arquero estadounidense. La red se venció con el gol 42 de ‘Chicharito’, que lo coloca a cuatro de convertirse en el mejor anotador del tricolor.

El gol reflejaba el dominio del equipo capitaneado por Márquez. Sin embargo, Estados Unidos empujó y en el primer centro al área empató el marcador. Cameron anotaba ante la deficiente marca de Peralta. México veía cómo su ventaja se desvanecía.    

La pasión hervía en el campo, al punto de provocar un episodio ríspido entre Peralta y el arquero Guzan. Estados Unidos controló el esférico y generó peligro en el arco mexicano. Michael Bradley disparó y Muñoz evitó la caída de su marco. El primer lapso concluyó con el empate en el tanteador.    

Para el segundo tiempo, México volvió adueñarse del balón y controló a los dirigidos por Jürguen Klinsmann. El tricolor, actual campeón de la Copa Oro , buscó la portería rival una y otra vez, pero la contundencia no aparciía, a pesar de los constantes intentos de Hernández, Peralta y Jiménez.    

Agazapados, ‘las barras y las estrellas’, salían con latigazos en busca de marcar como siempre lo han hecho frente a México, al contragolpe. Pero Muñoz y Moreno impidieron tal hecho. La paridad del marcador, porque en el campo sólo hubo dominio tricolor, continúo hasta el minuto 90.    

Con los tiempos extra en juego, la tónica del partido no cambió. México dominó el campo y la pelota. Herrera recordó su capacidad para mandar en el medio sector y filtró un pase preciso a la llegada de Paúl Aguilar, quien centró de primero en busca de un compañero; Hernández se había pasado, pero detrás de él, Peralta apareció y fusiló con un zapatazo de pierna derecha. Las tribunas explotaron en jubilo mexicano. El pase a Rusia 2017 se podía tocar.

Faltaban 22 minutos para el pitazo final, el tricolor ganaba y no se veía cómo Estados Unidos pudiera empatar. Sin embargo, México es experto en dramatismo. Yedlin filtró un pase a la llegada de Bobby Wood, quien fusiló por entre las piernas a Muñoz. Las redes se vencieron, el marcador se empató y los fantasmas aparecieron.

A la mente del aficionado mexicano llegó el recuerdo de eliminaciones pasadas: mundial de 1994, 1998, 2006 y 2014. Ocasiones en las cuales las ventajas se desvanecían en minutos. Con el olor a los penales, México trató de defenderse hasta que al 118′, la historia cambiaría.    

El tiro de esquina se mostraba como la opción que podía modificar el resultado. El centro voló y salió del área. En una jugada desesperada, Jiménez elevó el balón, a la caída, Paúl Aguilar la prendió “como venía”. La pelota salió disparada y se clavó en un rincón del arco de Guzan. Golazo. México ganaba.  

Los minutos finales se desvanecieron entre centros al área mexicana, parecía que nada podía sacarle la victoria a un tricolor que vencía a sus demonios. Con el pitazo final, la algarabía se destapó. México vencía. México ganaba. México viajaría a Rusia 2017.