No sé si te guste saber que no todo se recuerda tan bien luego de un tiempo.
Como en la película de “Eternal sunshine of the spotless mind”, en la cual se explora la idea de poder borrar de la memoria los recuerdos que se tienen de alguien. Muchos quisieran eso, pero, por el momento, en la vida real eso es una fantasía. Sin embargo, contamos con que el tiempo y las canciones nos apoyan a superar.
Cuando terminas con una persona, cuando te alejas de algún lugar o de alguna actividad, lo realizado y vivido en ese momento está fresco mientras es reciente. Sin embargo, pasa el tiempo y nuevas experiencias vas adquiriendo. Cuando volteas a ver el pasado y recuerdas algún suceso que te determinó de una manera fuerte en tu vida, puede ser que aún llores y revivas detalles de ello; pero si mucho después vuelves a recordar, tal vez, en ese momento ya no llores.
Es decir, la memoria es capaz de recordarnos acontecimientos importantes, pero, también, nos llega a hacer jugadas como perder detalles de cómo estábamos vestidos en ese instante, qué palabras exactas usamos, a qué olía el ambiente, cómo estaba arreglado el lugar donde estuvimos o aspectos de ese estilo.
Justamente es lo que nos canta Regina Spektor en la canción “Eet”, cuya título se refiere a un sonido sin significado que a veces se emite en inglés cuando se quiere decir algo, pero al final, no es posible recordar qué.
¿Cuántas veces te ha pasado que hay una canción muy pegajosa para ti, la cual estás cantando todo el tiempo, pero pasan los años, dejaste de escucharla y, cuando te reencuentras con ella, ya no recuerdas a detalle la letra? Así pasa con nuestros recuerdos y está bien, porque eso significa que evolucionamos y crecemos.
Te dejo esta canción, para que confíes en que todo pasa y el tiempo hace lo suyo. Afortunada o desafortunadamente.
https://www.youtube.com/watch?v=MMEpaVL_WsU