
No dejó de usar su cámara durante la charla en una galería escondida en la calle de Oscar Wilde 21, entre Virgilio y Masaryk de la colonia Polanco. En aquella habitación, con algunos reporteros escuchándolo, repleta de caballos, atardeceres, múltiples formas y colores, Pepe Soho, un apasionado e inquieto amante de la fotografía, nos contó cómo después de tocar fondo y estar al borde del suicidio, decidió convertirse en un aprendiz de tiempo completo de la imagen.
A principios de 1990, el azar de la vida lo llevó a experimentar con sus inquietudes musicales. Sin embargo, después de acompañar a bandas como Magneto o intérpretes como Yuri, decidió dar un pequeño giro: dedicarse al intercambio y venta de discos. La tienda ubicada en aquel momento en la colonia Condesa lo satisfizo muy poco tiempo, pese a no sólo vender y cambiar música, sino que el lugar se volcó al mundo de la moda.
Sin tenerlo en sus planes encontró un lugar en la colonia Polanco: “Un local vacío donde me dieron ganas de abrir una discoteca ochentera”, comentó Soho. Así nació Love, un centro nocturno muy concurrido en sus mejores años, al que asistieron muchas personalidades. Varios años estuvo al frente de su negoció hasta que en una vuelta de tuerca y cansado de la vida que conlleva ser dueño de un antro, decidió dejar todo para ir a la India. El principio de un sinuoso camino.
La situación se tornó difícil tras fracturarse las dos rodillas a consecuencia de una caída en caballo. A partir de esa situación, su salud se deterioró y pensó en el suicidio como única alternativa al dolor. “Mi alma estaba ya vacía, así que un día decidí tratar de salir adelante, por última vez, y empecé a buscar consejos de autoayuda para enamorarme de la vida, aunque tuviera que fingir por un tiempo. Así que me compré una cámara de bolsillo y empecé a fotografiar a mi perro en Chapultepec, de ahí nació mi idea de dedicarme a la imagen” recordó el paisajista.
Empezó a estudiar en escuelas de fotografía en México y Estados Unidos y conectarse con la naturaleza a partir de la misma. Desde entonces, la travesía lo ha llevado a todos los continentes y a más de 50 países. Así encontró lo que para él significa el mayor milagro: la naturaleza y belleza que contiene el mundo.
Hombre creyente de Dios, Pepe Soho es un “trota mundos”, enamorado de las estrellas y las nubes, razones que lo motivaron abrir la “Lightroom Photo Gallery”, un lugar para que la gente aprecie su trabajo e inspire a otros para que conozcan los mágicos sitios donde ha estado.
“Si puedo inspirar a alguien a viajar a conocer estos lugares mágicos, ya he cumplido como persona” expresó el fotógrafo.

A lo mucho dos segundos
Durante la charla de tú a tú entre los reporteros, salió una pregunta ¿las fotos no son excesivamente irreales? Soho comentó que si bien la computadora se ha vuelto el nuevo cuarto oscuro y que los programas de edición son herramientas que utiliza para dar realce a sus imágenes, lo que hay detrás de su trabajo no es sólo un software, sino días de trabajo y paciencia ante las adversidades climatológicas, que le permiten captar una milésima de segundo a través de su cámara.
“Creo que la gente se ha olvidado mucho de eso porque hemos dejado de ver la naturaleza. Lo que busco con mi trabajo es poder compartir la belleza de lo que nos rodea”, aseguró el también baterista, quien aprovechó para criticar a quienes le dan todo el crédito a programas como Adobe Photoshop.
Dos segundos, según dijo, es lo que significa cada caballo, cada árbol, cada paisaje, captados en las imágenes, donde cada una de ellas parte de sus experiencias y de lo que ha vivido. “No se puede vivir únicamente del paisaje y no todos tienen la suerte de tener una galería que la respalden sus negocios, por ello es que me gustaría enseñar los momentos más gloriosos de México, porque, afortunadamente, este país no son sus gobernantes, sino sus lugares y su gente” dijo.
“La vida es larga y caben muchísimas cosas”
¿Qué harían si tuvieran una discoteca importante, una boutique de ropa y una tienda discos?, ¿se atreverían a dejar sus negocios, aun cuando estos son exitosos? Seguramente la mayoría no lo haríamos, sin embargo, Soho pensó al revés, aburrido según sus palabras, de haberse desconectado de su lado más humano.
En la búsqueda por encontrarse, se desapegó de muchas cosas y salió de su zona de confort, pues “así es como se encuentra la felicidad”. Hacer cosas diferentes a las cotidianas y obedecer a sus inquietudes, son consejos que ha seguido para encontrar su pasión por la fotografía y poder ser autosustentable, después de tres años de esfuerzos. “La vida es larga y caben muchísimas cosas”, lo dijo sin tapujos.
Hoy en día, el fruto de su trabajo comienza a notarse, pues Soho empieza a vender sus imágenes a hospitales y coleccionistas privados, aunque, asegura, uno de sus objetivos se verá cumplido el día que alguno de sus paisajes sean colgados en algún nosocomio público de nuestro país.
Su nueva inquietud fotográfica va de la mano con su exploración por la Ciudad de México, sus rincones y sus habitantes. Insiste en demostrar lo increíble que es nuestra nación y comentó que no debemos de vivir a través de la cámara de nuestros teléfonos, pues lo fascinante de nuestro entorno está ahí, quizá justo afuera de nuestra propia puerta.
Conoce un poco de lo que puedes encontrar en la “Lightroom Photo Gallery” de Pepe Soho: