Abrazar la letra, abrazar la expresión

Por: Hebert Camacho

Preservar el tiempo,
si busco herramientas es solo para expresarme
y ser escuchado, ojala y con suerte para ser leído.
Christiane Burkhard (Alemania, 1967).

 

Cuando fui invitado a participar en el portal de Los Ojos del Tecolote, me pregunte: ¿qué es lo que nos permite abrazar la expresión escrita? ¿Será para preservar lo que sentimos y creemos? ¿O más bien para exponer lo que sabemos?

 

Durante la exhibición del trabajo de la artista alemana Christiane Burkhard, En Camino, Taanuxiimbal. Diario de una excavación, acaecida el pasado jueves 16 de julio en la casa del cine, me surgieron estas ideas, pues ella exhibe y lee. La autora emprende un viaje junto con su trabajo, no lo deja solo, lo lleva de la mano y, aunque está terminado, sigue explorando, junto con su labor, junto con su expresión, el terreno de la exhibición.

 

Su proyecto es un libro que registra el trabajo de dos años de grabación sustentado en el lenguaje documentalista. En él habla precisamente de preservar el tiempo. Ataviada con el tradicional vestido maya pero, en palabras de la artista, decorado o intervenido con letras bordadas a manera de pergamino para poner los puntos sobre las Bess, obtiene un mensaje extra, adscrito.

 

Con el libro, la autora inicia un recorrido por tierras mayas a partir de la mirada de un excavador, dada su fascinación con la arqueología. Esto hace que su andar sea curioso y, por lo tanto, descubridor, jamás inquisitivo. En algún momento, a través de imágenes de Diziga Vertov, toca la vida con el ojo y la mano para hacer el comparativo con la realidad. Salir de casa y peregrinar, así la autora explora su propio lenguaje

 

La idea de involucrar y de hacer participe a la marcha del EZLN con las ideas de construir, recrear y resistir, es un autollamado a vencer al tiempo a permanecer ahí, a seguir siendo jóvenes, jamás tener experiencia, ser sólo artífice de la curiosidad y continuar aprendiendo, imaginando, no construyendo.

 

Su encanto y romanticismo son transmitidos a través de la idea de tener el visor de la cámara a la altura del corazón, no en los ojos. Así, las fechas son sustituidas por códigos, por numeraciones digitales, por counters; recordemos que sólo desde la visión creadora, podemos conformar que es lo que acontece en mi vida y en mi tiempo.

 

El alma debe flotar sin apegarse a nada sólo al anhelo, describe Burkhard. Para André Comte-Sponville, la creencia en Dios debe ser para dar libertad, pero la religión da todo lo contrario, Dios es perfecto, sin embargo, la religión no, por que es creada por el hombre.

 

Al final de la exhibición se agrupa un cuarteto de idealistas, de seres magníficos con poderes diferentes y, sobre todo, contemporáneos invitados por la propia autora: una documentalista docente, un videasta radicado en Oaxaca, una documentalista con especialidad en video danza y documentales de bolsillo, y un terapeuta narrativo quien en sus propias palabras comenta: tardaría mas de 15 minutos nada más en presentarme.

 

El trabajo de Burkhard sólo se reseñó en Ambulante, Tierra Adentro y La Tempestad. Gracias a Los Ojos del Tecolote y sus lectores podemos seguir expresándonos y rebasar algunos monopolios culturales. La expresión y el medio existen, elijamos una y hagámosla nuestra.

 

Lo destacado de este tipo de presentaciones es enfrentarse a elegir una herramienta de expresión, a elegir el elemento para preservar y vencer al tiempo, para expresarse y permanecer. Así como el trabajo que se hace en el portal Los Ojos del Tecolote, en el que no se expresa la idea personal, se intenta ser una especie de lenguaje rápido, intenta prevalecer para enseñar y comunicar y, por qué no, prevalecer y vencer al tiempo.

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