Pedro “Perro” Aguayo partió de la tierra la tarde de este miércoles 3 de junio, confirmó la familia del hombre de 73 años que se convirtió en una leyenda de la lucha libre mexicana.
Nacido en Nochistlan, Zacatecas, el 18 de enero de 1946, el Pedro Aguayo Damián se convirtió en una figura del pancracio mexicano, gracias a su versatilidad en el ring, entrega en cada lucha y la resistencia que presentaba ante sus rivales.
El “Can de Noschistlán”, como también se le conoció era un imán de taquilla. Sus botas y zarape peludo, conquistó cada uno de los rings de México durante las décadas de 1970, 1980, 1990 y parte del 2000.
Su debut llegó el 10 de mayo de 1970 bajo la tutela del “Diablo” Velasco. Desde entonces, se ganó el cariño de la afición por su entrega en el cuadrilatero.
Con el paso de los años, el “Perro” Aguayo comenzó a dejar su estela de historia en los aficionados, gracias a dos llaves: la “Lanza Zacatecana” y “La silla”, y su entrada al ring, custodiado por “La marcha de Zacatecas”.
Campeón de Peso Ligero de la WWF por 826 días, obtuvo cabelleras emblemáticas como las de Ray Mendoza, Negro Navarro, Texano, Sangre Chicana, Bestia salvaje; y las máscaras de Konan y Máscara Año 2000.
Su frente golpeada y con marcas de muchas batallas, fue testigo de derrotas ante El Santo, Ringo Mendoza, El Solitario y Konan.
Estrella del cine, en 2001 anunció su retiro en una batalla donde cayó ante Máscara Año 2000.
Después tuvo apariciones esporádicos para apoyar a su hijo, hasta que éste falleció en Estados Unidos, durante una pelea frente a Rey Misterio.
Hoy, el “Perro” Aguayo ha partido de la tierra, pero el cielo se le abrirá al son de “La Marcha de Zacatecas”, mientras camina al cuadrilatero de la eternidad.