Hablar de Heavy Rain es hablar de la evolución del videojuego en su manera de contar una historia. Es una exploración dentro del medio, que busca desligarse, de la palabra “juego” para buscar más el término de “experiencia interactiva”. Quizá este no haya sido el primer videojuego que se haya propuesto realizar esto, pero sí fue de los primeros que jugué y me hicieron notar que los videojuegos podían llegar a ser más que un simple entretenimiento para hacernos disfrutar.
El juego en cuestión tiene alrededor de él un aura desoladora, y desde el mismo título nos deja esa sensación en claro. Es una historia que inicia poniéndonos en los zapatos de Ethan Mars, un hombre que a inicios parece tener la vida realizada: una gran y linda casa, con una familia que ama y un trabajo que le apasiona. Él disfruta todo eso, pero en ese punto tan alto, súbitamente comienza a descender a causa de un accidente que le arrebata a un ser querido. A partir de aquí, todos los rayos de sol desaparecen, siendo reemplazados por una fuerte y constante lluvia que parece eterna, haciendo analogía de la vida de Ethan desde ese momento.
Ethan es el personaje con el que iniciaremos la aventura, pero no será el único personaje que formará parte de la historia, junto a él, de manera paralela se estarán desarrollando las historias de otros personajes igualmente atormentados, y eventualmente todas se juntarán.
Antes había mencionado que este videojuego buscaba desligarse de la palabra “juego” para ofrecernos una experiencia más allá de ese término. En este caso, la experiencia viene en la forma en que Ethan, y los demás personajes, toman decisiones a través de toda la historia, que serán las decisiones que nosotros mismos tomemos para ellos.
Leyendo esto, fácilmente podríamos pensar en un dialogo entre dos personajes con un menú en medio de ellos y con varias opciones de posibles respuestas, pero Heavy Rain busca explorar un poco más el medio para poder expresarse y aumentar nuestra inmersión, y esto lo logra llevando a los extremos el uso del medio con el que interactuamos directamente con el videojuego: el control.
Este juego cuenta con varias secciones en las que, si nosotros mismos nos vislumbráramos físicamente en ellas, nos sentiríamos genuinamente incomodos, asustados y agobiados, y justo aquí es en donde se hace presente uno de los aspectos que más me sorprendió de éste título. Dado que es el uso que se le dio al control, que desea que nos identifiquemos plenamente con las sensaciones brutales e incómodas que atraviesan los protagonistas, lo que nos exige tener en nuestras pulsaciones la misma precisión que necesitaríamos para librar o escapar de cada tensa situación, dando como resultado que nuestros dedos en ocasiones se posicionen sobre el control de una manera antinatural, generando en nosotros mismos, desde el plano de jugador, una autentica tensión que nos hace sentir en carne propia los peligros de las pruebas que atraviesa Ethan y otros personajes, para después respirar con alivio, una vez que las hayamos superado.
Lo anterior, crea un nexo de identificación jugador-personaje que muy pocas veces se ve en el medio, ya que a pesar de los limitados recursos que puede llegar a ofrecer el mismo videojuego, nos hace sentir que, en cierta manera fuimos parte de cada suceso; de que lo vivimos, y todo lo que vivimos termina dejando en nosotros una experiencia.
Otro gran apartado destacable es la banda sonora, que siempre está ahí para sonar en el momento adecuado y preciso. Las composiciones que se presentan nos sumergen todavía más dentro de la historia de los protagonistas, haciendo que, en algunos momentos, el aura desoladora se vuelva más profunda y deprimente. Además de que Heavy Rain es un videojuego al que pueden entrar con facilidad personas que no estén familiarizadas con mecánicas de videojuegos más especializadas, como con las de un juego de disparos o de plataformas.
Podría escribir más sobre el título de Quantic Dream, pero no quiero arriesgarme a revelar más de la cuenta sobre la trama, y siendo una obra que le da tanto peso a su historia y a la manera de contarla, considero que es un videojuego que vale la pena experimentar, aunque con algo siempre en mente: este juego no está diseñado para divertirte, por más irónico que esto suene. Es un juego que pretender ser duro con el jugador y dejar una experiencia que marque al espectador.
Si nunca lo has jugado y al leer esto te ha llegado a interesar, debo mencionar que el título se encuentra disponible exclusivamente en PlayStation 3 desde el 2010, y hasta hace poco tiempo también en PlayStation 4.