La fortuna ha comenzado a girar
la estrella mira hacia arriba.
Somos los amantes, reflejos del Diablo,
vampiros del deseo.
Perdemos toda cordura al tacto de la sangre
pero hay cosas que tenemos que aprender:
la justicia y la fuerza;
el ermitaño y el loco.
El tiempo nos roba el mundo,
cada minuto es una nueva incertidumbre,
Los años perdieron su camino.
Un nuevo ciclo se abre,
la muerte nos alcanza
y con ella nuestro juicio final.
Me oyes conjurar:
“Desata el caos en esta tierra.
Llévatelo lejos de este puñado de polvo y ceniza.”
En este juego de vanidades
ganará quien apriete más la cuerda.
El último azar se acerca.
De un golpe estratégico
cae la torre
y queda un trono vacío
Te dejo marchar en silencio.
Tiradas están las cartas.
Más #NidoDePoesía: Marah