Hay que mantener el ojo abierto y el oído destapado
la piel con los vellos erizados y ariscos, el tacto intacto
No cubrirse con disfraz de moda que te anule ni amainar
con pertinaz empalago el profundo rojo de tu pecho
No emitir palabras de odio que con facilidad te exilian
Lavarse de la podredumbre que dejan, a su paso
los que a costa de conformarse se deforman repitiendo
con encono, mentiras ancestralmente formuladas
Descender los párpados y así, mirar la muerte, en vida
escuchar lo que se dice bajo el silencio y entre líneas
imprescindible decir lo que se calla, aunque te callen
Enfrentar nuestra adicción a la anestesia, y no temer
ni traducir la muerte, no estar a solas, al pendiente
No asumir cualquier riesgo. Cantar, leer o declamar
versos de dulzura extrema. Imaginar todos los días
una mejor manera de existir, no ser parte del problema
al menos, intentarlo: magnífico ritual, vivir a diario.
Más de #NidoDePoesía: Aquí en esta casa pequeña