Federico García Lorca se convirtió en el referente de la literatura española en el siglo XX. Poeta y dramaturgo, supo conquistar al mundo con su obra siempre crítica y comprometida con las causas republicanas y de la diversidad sexual.
Pero su obra, su forma de pensar y cercanía con personajes ligados al socialismo español, le costó la vida un día como hoy, pero de 1936.
García Lorca murió fusilado en un lugar aún difuso de España. De sus últimas horas de vida se sabe poco, salvo que las balas le arrebataron la vida durante las primeras horas del 18 de agosto.
Sin embargo, las versiones más fidedignas señalan que el poeta fue detenido en casa de los padres de su amigo Luis Rosales, seis días después de haber celebrado su cumpleaños.
Ahí, los hombres de Ramón Ruiz Alonso lo trasladaron a Granada, donde, si juicio de por medio, lo sentenciaron a muerte.
Dos días después, el 18 de agosto, que García Lorca “fue sacado del Gobierno Civil por fuerzas independientes del mismo y conducido en un coche al término de Viznar”, detalla un informe de la Policía de Granada.
Tras ello, “fue pasado por armas después de haber confesado”. Del lugar donde quedó su cuerpo, poco se sabe.
Según la policía de Granada, “fue enterrado en aquel paraje, muy a flor de tierra, en un barranco situado a unos dos kilómetros a al derecha de Fuente Grande, en un lugar que se hace muy difícil de localizar”.
Pero, ¿cuáles fueron los delitos que García Lorca pudo haber cometido? Nadie sabe, salvo la implicación de la policía de ser “socialista y masón”.
Tras el asesinato del poeta, sus letras trascendieron la historia. Sus poemas contenidos en los libros Bodas de sangre, Llanto por Ignacio Sánchez o Sonetos del amor oscuro, entre otros, se convirtieron en referente de las letras españolas.
Integrante del club de los 27, hoy es un magnífico día para celebrar su poesía y compromiso social.