Científicos de la UNAM trabajan en detección temprana del cáncer

Mediante un comunicado, la UNAM señaló que las pruebas se realizan en el Laboratorio Nacional en Salud de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala. Foto: UNAM.

Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajan un método de detección temprana del cáncer, mediante la identificación de marcadores genéticos tempranos.

Mediante un comunicado, la UNAM señaló que las pruebas se realizan en el Laboratorio Nacional en Salud de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala.

Para realizar la detección temprana de cáncer, los especialistas utilizan muestras sanguíneas de pacientes con cáncer para identificar marcadores genéticos tempranos. Dichos trabajos se realizan en colaboración con hospitales del sector público.

Organizaciones de salud señalan que cada año mueren 9.6 millones de personas en el mundo, por algún tipo de cáncer, por lo que es considerado como la segunda causa de muerte en el orbe.

En este sentido, el investigador Felipe Vaca Paniagua detalló que entre el 10 y el 15 por ciento de los casos se debe a causas genéticas, por lo que es indispensable detectarlo en etapas tempranas.

Añadió que es importante ubicar los posibles casos, sobre todo en su fase asintomática, a fin de generar un tratamiento adecuado y oportuno que genere una cura.

Organizaciones de salud señalan que cada año mueren 9.6 millones de personas en el mundo, por algún tipo de cáncer. Foto: UNAM.

“Ubicamos qué pacientes tienen una alteración genética hereditaria y les hacemos una prueba de secuenciación genética, de un panel amplio de 143 genes, e interpretamos los resultados”, detalló.

De esos 143 genes, 11 son muy importantes en el riesgo de desarrollar cáncer; de los demás aún se desconoce a fondo cuál es su papel, pero son estudiados porque eventualmente se definirá su implicación en la enfermedad.

“Una vez hecho el análisis e identificada una alteración genética patogénica, es confirmada con diferentes tecnologías. El paciente tiene dos beneficios: evitar la recurrencia de la enfermedad y hacer una búsqueda dirigida de tumores adicionales”, expuso.

De ahí que el universitario y sus colaboradores concenten sus herramientas en el diagnóstico de la enfermedad a nivel genético y molecular, ya que los principales problemas son la falta de detección a tiempo de los tumores; carencia de pruebas específicas, que sean poco invasivas y de alta certeza; y de biomarcadores certeros y de marcadores genéticos que pudieran ser predectivos del desarrollo y de la respuesta a tratamientos.

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