Invoco inmolación de mis animales de sábado,
bestias vagabundas,
hábiles fieras
de una sabiduría embriagada que abre sueños
y predispone cicatrices.
Excesos de a pie que anhelan alas
para estos vuelos peligrosos
y que se ciñen las sandalias
para correr hacia la heredad de una mirada.
Diálogos benditos
preludios de pluralidad
libres como nos encontramos ahora
del sacramento del error.
Acordes secretos entre acuerdos discretos
retrocediendo hasta las llamas expectantes
en las palmas de unas manos cualesquiera.
Abjuración de la barca y abjuración del barquero.
Horas ensalzadas que transfiguran certidumbres.
Y la inmensa sombra de inminentes olvidos
cabalgando sobre esta sensación
de caminar siempre por tierra extraña.
¿qué seremos mañana?
Más #NidoDePoesía: Monopolio del sueño