La luna brilla en los cristales del jaguar.
Mientras un pentagrama de grillos roban a la noche su quietud.
Traslúcidas estrellas se incrustan en el lienzo al oleo de la noche.
La luna:
Se reinventa,
se platina,
se cristaliza.
Hace pedazos la sombra de la selva,
se convierte circulante sangre entre verdes hojas,
palpita al compas de la oscuridad errante
y se desliza sigilosa entre felinas manchas amarillas.
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