Que te surja, y el límite destruya
con pasos festivos
y esté aquí pisoteando hojas
dejando en la orilla
la imagen lustrada.
Que te dé espacio
en medio de toda beatitud
y se incorpore raudo,
como poema de exquisita blancura.
Más #NidoDePoesía: Los poemarios perdidos que inundaron el mar de la memoria III