Treinta y seis años después, Perú regresa a la Copa del Mundo

Perú se ha clasificado al Mundial de Rusia 2018 tras vencer 2-0 a Nueva Zelanda en el Estadio Nacional de Lima. Los incas dominaron el encuentro de principio a fin, ante unos oceánicos que carecieron de ambición y que ni en los momentos de necesidad lograron inquietar al arquero sudamericano.

El vendabal rojiblanco inició con el pitazo del árbitro, Jefferson Farfán estuvo a punto de abrir el marcador con un disparo que se estrelló en el travesaño. El gol se respiraba.

Minutos después, Farfán fue el encargado de desatar la locura en el Estadio Nacional de Lima. El delantero encontró un rebote en el área grande y descargó la furia y el deseo de volver al Mundial tras 36 años de ausencia, La pelota se clavó en el ángulo para beneplácito de la afición inca.

Nueva Zelanda resintió el golpe, intentó moverse, dar muestras de vida. Pero careció de capacidad ofensiva y creatividad en el último cuarto de campo. Sus intentos de vida se basaban en pelotazos que buscaban la cabeza de su delantero centro.

Perú controló el tiempo, el ritmo del juego y la pelota en busca de que los primeros 45 minutos se diluyeran.

En el segundo tiempo, los oceánicos estuvieron cerca de sorprender a los incas, pero Pedro Gallese apareció para bajar la cortina de su marco y alimentar el éxtasis peruano.

Aunque se percibía la clasificación inca, existía el miedo a la eliminación. Un gol oceánico significaría el retorno de la tensión.

Pero Christian Ramos puso el gol de la tranquilidad. La anotación del retorno, de la confirmación de un equipo que pasó de ser promesa a realidad gracias al trabajo de Ricardo Gareca, el argentino que impidió el pase del seleccionado inca a México 1986 y hoy los colocó en Rusia 2018

Los úlimos minutos se convirtieron en horas para una afición ávida de gritar, de celebrar el regreso a la máxima competición de selecciones. “Nos vamos al Mundial, nos vamos al Mundial”, gritaban unos peruanos extasiado, deseosos de esuchar el pitido final que diera rienda suelta a su alegría.

Entonces llegó. El silbatazo del final dio inicio a la fiesta, a la vuelta olímpica y al regreso de Perú a la Copa del Mundo.