Con amor

Con amor: Los días anteriores les he compartido pequeñas partes de mí, porque contarles mis anécdotas es contarles mi vida y en ellas imprimo honestidad. Foto: Facbook, Coldplay.

Los días anteriores les he compartido pequeñas partes de mí, porque contarles mis anécdotas es contarles mi vida y en ellas imprimo honestidad, una de las características que deseo la gente que me conoce vea como algo distintivo de mí.

Esta noche, o más bien día, mientras ustedes me leen, deseo compartir algo distinto: algo que amo y que no sólo me hace feliz, ya que a lo largo de mi corta (para muchos) vida he hecho cosas que me hacen muy feliz, pero he dejado de hacer otras por miedo -la palabra que más sueños e ilusiones mata. después de agregarle “deber”-.

Como diría Leonard Bernstein: “la música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido”, por eso me refugié en ella e incluso decidí aprender a tocar el piano durante mi adolescencia. Esa fue una de las mejores decisiones que he tomado en la vida, porque además de aprender sobre mi instrumento favorito, me dejó una de las mejores experiencias y personas de mi existencia: mi mejor amigo.

Conforme he ido creciendo, he experimentado diversos géneros musicales, desde la música clásica que interpretaba en el piano y bailaba a la vez en clases de ballet, hasta la música de mi familia, mis abuelos, tíos, primas y amigos. Una increíble mezcla musical que hasta el día de hoy me define.

Para mí, un gran acto de amor es dedicarle a una persona alguna canción que ames y te provoque felicidad; incluso aunque no dediquemos canciones, cuando las compartimos es porque en ese instante las sentimos.

Por eso, cada vez que una persona me comparte una canción, me tomo el tiempo de escucharla, porque sé que eso implica una emoción para alguien, y aunque no todas las que me comparten me agradan, las escucho con atención, porque por un instante una persona está compartiendo un pequeñísimo pedazo de su ser conmigo.

Así que pueden compartirme canciones alegres para bailar, porque así se sienten, o pueden ser tristes porque algo les duele. Esta noche que por primera vez no me duelen mis heridas, -y aunque probablemente me duelan otro día porque para llegar al proceso de cicatrización se requiere tiempo, trabajo y paciencia-, sé que me veré confiada y tranquila, pero sobre todo feliz.

“See you soon” de Coldplay me recuerda que perdí mi confianza y nunca debí hacerlo, e incluso que no debí culparme por la forma en que lo hice, porque al final estaba siendo desgastante; sin embargo, sé que me veré muy pronto en el espejo de manera diferente y sabré que habré recuperado la confianza que perdí, si es que en verdad alguna vez la perdí o si por primera vez la conoceré.

Pero en lo que lo averiguo, estoy disfrutando del camino, porque es como una nueva oportunidad de hacer las cosas diferentes. Así que hoy con, mucho cariño, les comparto un poco más que un pequeño pedazo de mi ser: Coldplay, que es uno de mis grupos favoritos (aunque a veces creo que es mi favorito); sus canciones son para mí sinónimo de amor, y como se los comenté en el inicio, hoy les iba a hablar de algo que amo.

Podría darles una lista completa de sus canciones más hermosas y de las que me han tranquilizado cuando no puedo dormir, porque no dejó de pensar, pero prefiero compartirlas por momentos, porque los trayectos implican moverse un poco cada día y el de mi día de hoy es esta canción.

Entonces… “See you soon readers”…


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