Regreso a clases en pandemia: Sin tanto ruido, sin tantos niños…

TecoCrónica (30/08/2021).- Salió un peine… ¿La propietaria? Una madre que daba los últimos toques al cabello de su pequeño que, de mano de su padre, iban a paso acelerado, por el regreso a clases de este 30 de agosto, a más de un año sin pisar las aulas.

Pero el ambiente no era como cualquier vuelta a escuelas, faltaba algo, faltaban niños. Y es que la pandemia ha partido las opiniones y, por ende, las decisiones de las familias, algunas de las que no acudieron de forma presencial a las escuelas.

En otra época, las calles de Durango, Tabasco, Córdoba, Orizaba y Jalapa, en la Ciudad de México, lucirían abarrotadas por la cantidad de niños que acuden a preescolar, primaria, secundaria y bachillerato; ahora sólo un puñado de padres de familia ocupan un recuadro de las entradas a las escuelas.

Como luciérnagas en ciudad, apenas y se notaban los pequeños con sus mochilas con el rostro de Los Vengadores o ponys de colores llamativos; se distinguen por sus uniformes azules en diferentes tonos y sus cabezas bien peinaditas. Pero hoy, en la Roma, había más canes que infantes en las calles.

“Vamos, niños, con ánimo” gritaba una señora en su patín del diablo a las afueras de la escuela primaria Ignacio L. Vallarta. “Denles un aplauso a nuestros pequeños” voceaba un profesor apostado en la entrada de la primaria Benito Juárez.

La colonia Roma se caracteriza por una oferta educativa considerable que comprende todos los niveles educativos, tanto públicas como privadas, sin embargo, en esta ocasión muchas de ellas estuvieron cerradas.

Y ni los vítores ni las porras lograron tapar el hueco ocasionado por la ausencia de estudiantes que todavía siguen en casa, ya sea por el esquema mixto diseñado por la SEP, por miedo al coronavirus, o más decepcionante, por deserción escolar.

Deserción que costó la ausencia de 5.2 millones de estudiantes de entre 3 y 29 años en el ciclo escolar 2020-2021, de acuerdo con la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación del Inegi, de los cuales 2.9 millones no volverá por falta de recursos.

Pero aquellos que sí volvieron se enfrentan, de la mano de sus papás, a dos problemas: mantener a raya a la Covid-19 y abatir el rezago educativo que, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), dejó dos años de atraso para los educandos.

Así fue el primer día de regreso a clases, sin tantos coches, sin tanto tránsito, sin tanto ruido, sin tantos niños. Esa es la nueva normalidad, el caminito a la escuela, donde más que apurarse a llegar, tendrán que ver cómo llegar al siguiente periodo escolar.