Unos días después de terminado el segundo año de la pandemia, pero con las ganas intactas por compartir algunas lecturas importantes de libros que se publicaron en 2021, hice una pequeña lista de libros muy disímiles pero muy propositivos e inteligentes que curiosamente tienen en común que son escritos por mujeres, además de que son propuestas que en lo individual poseen su propia huella de construcción y de ingenio que considero importante resaltar. Esta selección responde a un gusto personal y es consecuencia de un año de lecturas y de hallazgos muy afortunados.
Días de tu vida
Con este libro Bárbara Jacobs ha decidido despedirse definitivamente de la escritura. En entrevistas ha afirmado que dentro de sus pendientes de vida se encontraba éste, el de dejar asentada en una novela la vida de su hermana Patricia. Bárbara utilizó una forma totalmente disruptiva para esto. La novela detona con la presencia de una reportera que está a un lado de la moribunda, lista para registrar por escrito el monólogo de la manera más fiel posible, lo cual logra al respetar el desorden aparente de las frases; utiliza puntos y ninguna mayúscula en un afán por emular el flujo de pensamiento, la confesión, el rito propio de la vertiginosidad apresurada de la confesión que al mismo tiempo pretende ser absoluta. En este tono Patricia cuenta su vida entera, hace alusión a familiares y amigos, a hechos fundamentales en su existencia, y a muchos momentos y lugares de la historia de la ciudad en que vivió.
Tristes sombras
Lola Ancira logra un extraordinario libro de cuentos que se enmarcan en dos lugares icónicos de la Ciudad de México: El manicomio de La Castañeda y la cárcel de Lecumberri. Todos sus cuentos tienen puntos de convergencia en alguno de estos lugares, sin embargo, la inteligencia de la autora hace que estas convergencias no sean evidentes, sino que son bastante sutiles, lo cual es uno de los más grandes aciertos del libro. Así, no se trata sólo de historias de locos y condenados, sino de un abanico de personajes y a su vez de un bagaje cultural representativo de la época en que ambos sitios tuvieron su auge y su gloria. Los temas de los cuentos son variados, pero hay algunos que van y vienen con más constancia y siempre puestos de manera distinta. En estos cuentos hay dolor, decepción, tristeza, muerte, incomprensión y soledad, mucha soledad.
El cuarto jinete
Verónica Murguía es sin duda una de las escritoras más inteligentes y eruditas que existen actualmente. Y estas características se reflejan en su más reciente novela, El cuarto jinete, que está ambientada en la Francia azotada por la peste bubónica en 1350. Una gama de personajes desfila y habla con tal verosimilitud, a la par de descripciones y referencias históricas y culturales que irrumpen con un cuidado tan excepcional que parece que Verónica misma fue testigo de todo lo que narra. El libro cuenta lo que implicó la enfermedad físicamente en los seres humanos, y lo hace de una manera cruda, real, dolorosa y totalmente descarnada pero al mismo tiempo medida y sin llegar a caer en lo burdo; la narración transporta rápida y genuinamente a esas calles apestadas apestada en las que es posible oler incluso cada una de las exhalaciones propias de los enfermos, los vómitos, las bubas explotando, los dolores y la eventual muerte, terrible e inevitable muerte de los contagiados.
Yo no voy a salvarte
Iliana Vargas ha ido construyendo su propio mundo con una imaginación desbocada pero genuinamente congruente, y no por esto contenida. Para ella es importante apelar a otras formas de existir y dejar que la imaginación se divierta al conformarlas. Este libro de cuentos es quizá el mejor de los que ha escrito Iliana hasta el momento. En él están presentes sus inquietudes primigenias como el tema de la transformación y la transmutación, que siempre ocurre a la par de lo que altera la normalidad con un ingenio tal que se convierte en parte de esa normalidad para desequilibrarla, pero al mismo tiempo abrazarla y conservarla con un nuevo halo de rareza tan atrayente que es muy difícil de hacer a un lado. Cada relato es una puerta a lo insólito, a lo inquietante, a lo imposible y a lo inesperado.
La luz artificial de las cosas
Este libro contiene una de las apuestas poéticas más demoledoras de Brenda Ríos. Sus poemas son declaraciones abiertas sobre lo apabullante de la existencia. La autora conoce la tristeza, la oscuridad, y no teme lanzarse a ella sin paracaídas; o quizá sí, un poco, pero resulta que su paracaídas es un discreto recurso que tiene su semilla en la burla y en el asomo de una conciencia irreprimible que no se deja vencer. Los temas son tan cotidianos y tan cercanos que es inevitable sentirlos ajenos. Los retratos de familia que hace, las situaciones comunes y corrientes que de tan desnudas incomodan, la herida a sangre viva que existe sin dramatismo sino como una sobreviviente de los horrores. Estas cosas se repiten y en muchas ocasiones van decantadas a través de la sutileza de la luz que las ilumina, luz artificial, por supuesto, al igual que muchas de nuestras pesquisas en la existencia, luz que no es luz sino que nomás un foquito que ayuda a alumbrar y a veces deformar o esconder los derroteros propios.
Referencias:
Ancira, Lola, Tristes Sombras, Paraíso Perdido, México, 2021.
Jacobs, Bárbara, Días de tu vida, Era, México, 2021.
Murguía, Verónica, El cuarto jinete, Era, México, 2021.
Ríos, Brenda, La luz artificial de las cosas, Arlequín, México, 2021.
Vargas, Iliana, Yo no voy a salvarte, Eolas, España, 2021.