El escenario fue la Biblioteca México. Ahí llegaron tres chavos con melenas ochenteras. Hermanos todos. Nos sentamos en unas pequeñas bancas de piedra afuera del edificio y empezamos la charla. —De dónde salió el concepto de The Froys— pregunté a Dilan, Kevin y Brandon. —El nombre salió de nuestro abuelo y nuestro papá, así se llaman— contestó el guitarro y seguimos con la entrevista.
Este trío, tirado más al stoner rock que al rock and roll, lleva un rato tocando. Y no es que sean muy viejos, sino que desde los 13 años Dilan tomó una lira y ya no la soltó. “Lo que pasó es que mi hermana tenía una guitarra eléctrica en su etapa de prepa, pero no la usaba. A mí me gustaba un buen pero no sabía ni que onda, sin embargo mi hermana me dijo que tenía algo, así que le di”, recordó el vocalista y líder de la banda.
Y aunque al principio les costó acoplar sus tiempos y cambiar de alineaciones, lograron encontrar un camino: el suyo. Finalmente con las influencias de The Mars Volta, Kings of Leon y Wolfmother, con un ensamble bien amarrado y con los instrumentos pedidos a sus “reyes magos”, se lanzaron a tocar en fiestas para ir por la senda de lo alternativo.
“Tanto musicalmente como en la actitud, sólo somos nosotros tres. Nunca hemos tomado más de tres meses de clases. Así es The Froys, todo es ‘hazlo tu mismo'”, dijo su bajista Kevin. Ese concepto no es una broma para ellos. Su preparación consta de ver videos y conciertos para aprender del arte escénico, así como ensayar toda la semana. Para ellos no hay otro mundo más allá de la música y lo demuestran al haber dejado la escuela y dedicarse a una marisquería sólo fines de semana. Con The Froys todo es música.
“No nos vemos en una oficina. O es música o es música”
Los minutos se escurrían entre preguntas, respuestas, risas y chinos desenfrenados. El calor me cobraba la factura de usar saco negro y mi cabeza parecía fuente por el sudor. Ellos, más frescos que yo en espíritu y piel, seguían contándome de su futuro, esperando siempre lo mejor.
“La neta no sabemos, pero igual no buscamos ponernos obstáculos, no hay límites. Esperamos que salga lo que sea porque no nos vemos en un futuro en una oficina. O es música o es música, aunque tampoco no nos visualizamos ganando millones de pesos por dedicarnos a esto”, aseguró Dilan, también vocalista del proyecto.
Y así es como salen a tocar. Sin esperar nada. La gente se los retribuye con energía aunque no los conozcan, pues aseguran, rompen con la inercia de otras bandas de edad parecida a la de ellos. El punch y su idea empírica de tocar les ha abierto puertas. La más importante: el Nirvana Fest. “Le tenemos mucha fe porque nunca hemos tocado en un festival así. Estamos seguros de que se pondrá muy ‘vergas'”, dijo Brandon, baterista y miembro más joven de la agrupación.
The Froys se acabará cuando ya no haya inspiración
No hay nadie atrás de The Froys. Quizá por eso han tardado tanto en sacar un EP. A pesar de ello y de cocinar sus primeros dos sencillos desde enero, ya están listos para el siguiente paso y grabar al menos cinco de sus rolas.
“Las letras son sobre experiencias y del tiempo en el que la banda estuvo estancada” dijo Dilan. Sin apoyo ni patrocinadores se meterán al estudio. Siempre divertidos y con sus lazos familiares como punto de apoyo, están dispuestos a continuar haciendo lo único que les gusta hasta que dejen de disfrutarlo. “The Froys se va a acabar el día que ya no nos soportemos y cuando ya no haya inspiración”, concluyó Dilan.