Una escena y no más. En cinco minutos me conquistó la voz de Aretha Franklin tras una breve aparición que hizo en la segunda parte de Los hermanos caradura (The Blues Brothers 2000) donde cantaba, como una diosa del soul, una versión distinta de su maravillosa “Respect”.
Yo tenía 11 años y descubrí la película en un sábado de esos que te levantas tarde, pero no lo suficiente como para no ser un dolor de cabeza para tus padres que quieren dormir más.
Mi papá tiene la costumbre de encender la televisión antes de levantarse y por azares de la programación de TNT, estaba esa película que merece ser recordada, no por su dirección o las actuaciones de Dan Aykroyd y John Goodman, sino por el artesanal soundtrack en el que participaron B. B. King, James Brown y, por supuesto, la “dama del soul”.
Tal parece que la voz de la reina, nacida en 1942 en Memphis, Tennessee, no sólo conquistó a un mocoso pre adolescente, sino a varias generaciones de afroamericanos quienes la idolatraron desde la de década de los 60.
La cercanía que tuvo desde su infancia con Martin Luther King, a través de su padre, el reverendo LeVaughn Franklin, le dio ese vínculo entre los jóvenes segregados por su color de piel quienes vieron en ella y su voz un estandarte de liberación femenina y racial.
Canciones como Think y Say a Little Prayer, que mezclaron el R&B, jazz, góspel y la música secular, fueron algunos de los escalones que subió para llegar a la inmortalidad. Eso y su voz… Siempre su voz.
Pero nadie es tan luminoso y oscuro como quisiera. Ella, por ejemplo, quedó embarazada a los 12 años de su primer hijo —tuvo cuatro— y fracasó en sus intentos por mantener una relación de pareja estable en dos ocasiones. Su miedo a volar, conocido desde los años 1980, también fue una limitante para que su música no brillará entre más gente, pese a ello, ganó 18 premios Grammy y vendió 10 millones de discos de los 48 títulos grabados tanto en estudio como en vivo, además de sus 131 sencillos contabilizados.
En 2009 tras la victoria de Barack Obama, Aretha cantó durante la ceremonia presidencial, a pesar de ello, sus presentaciones fueron menos frecuentes cada vez hasta que en 2017 anunció su retiro gradual de los escenarios que la coronaron como la mejor voz de todos los tiempos, según un conteo realizado por la revista Rolling Stone en 2008.
Desafortunadamente el médico le hizo cancelar los pocos shows programados debido a complicaciones en su salud por el cáncer de páncreas que se le diagnosticó en 2010. Su última vez en los escenarios ocurrió en noviembre de 2017 durante el 25 aniversario de la fundación contra el Sida de Elton John.
A pesar del miedo a volar, su talento no dejó de hacerlo a través del mundo y el tiempo, e influyó en músicos como Mariah Carey, Beyoncé y Céline Dion, por mencionar algunas.
A sus 76 años, Aretha Louise Franklin se despide para siempre desde Detroit, la ciudad que vio crecer y que escuchó por primera vez a la única reina del soul. Descanse en paz.