La semana pasada, el miércoles 9 de mayo para ser preciso, se desató una polémica por una entrevista que dio Eugenio Derbez a Adela Micha. En la charla de una hora, el comediante hizo comentarios sobre los jóvenes y su renuencia a trabajar sin un sueldo.
Sus argumentos eran que él nunca hablaba de dinero al iniciar un proyecto; que primero lo platica, estudia y una vez convencido y casi casi con el sí en la boca, entonces ya habla de sus honorarios. Adela, por su parte y con esa poca agilidad mental que tiene para prevenir problemas, le hizo segunda a Derbez al decir que debían aceptar por el hecho de estar con él, un mexicano hollywoodense.
Esto desató una furia incontenible en redes sociales, especialmente en Twitter —donde la piel de los cibernautas es más delgada que en otras plataformas— por lo que se le fueron al cuello y no muchos se atrevieron a defenderlo, por el contrario, algunos hasta quisieron provocar un boicot en contra de su película, que dicho sea de paso, ha recibido 5.3 por parte de IMDB.
La situación, por demás discutible, abrió un debate sobre los empleos a jóvenes, las condiciones laborales y el trato que se da a las nuevas generaciones en su primera chamba.
Anteriormente en este espacio señalé que la figura del becario es la esclavitud del siglo XXI porque las empresas buscan a estos chavos para ‘moldearlos’ a su gusto, pagarles una miseria y, en muchos casos, exigirles lo mismo que a sus trabajadores formales.
Por supuesto esta práctica no está regulada y le ahorra millones de pesos a las firmas abusivas que no pagan seguro ni prestaciones a los cuadros de estudiantes que año con año buscan una oportunidad.
En 257 páginas la ley sólo menciona tres veces la palabra becarios y explica a groso modo que deben ser contratados tres becarios por cada mil trabajadores. Ya quisiera ver a TV UNAM o diferentes medios funcionando de esa manera.
Hasta ahí, he expresado mi descontento por esta situación que ocurre no sólo en la iniciativa privada sino en el gobierno, quienes se escabullen de la Ley Federal del Trabajo y los derechos para todo aquel que desempeña una tarea técnica o profesional.
Sin embargo, una cosa es cierta, cada vez son más los jóvenes que ponen peros por todo. Desde el que le queda lejos de su casa —a 25 minutos— hasta quien que busca el mejor puesto en su rubro sólo por tener buenas calificaciones aunque no haya tenido experiencia previa.
Si bien es cierto que la precariedad laboral aumentó de forma desproporcionada en este sexenio, también es real que muchos chavos tienen una idea muy difusa de lo que es un ambiente laboral en nuestro país; han crecido con la errónea creencia que con una aplicación pueden cobrar millones y estar a la par de Mark Zuckerberg. Mentira y de las grandes.
La realidad en el campo laboral es muy distinta: está repleta de negligencias, impotencia y compadrazgo que deben acabar con una buena legislación y pronta aplicación, pero si no somos capaces de buscar un trabajo con humildad, intenciones de aprender y de aportar, es muy seguro que ese aspirante viva una situación dañina para él, pues como reza el dicho de Chavela Vargas ‘no falta el que se va, ni sobra el que se queda’.
De a tuit
Ya notaron que 12 miembros de la farándula entre futbolistas y actores son candidatos en esta elección. Definitivamente cada pueblo tiene el gobierno que se merece.