Navidad sin ti

Navidad sin ti
Foto: Juan Pedro Salazar.

Los fines de semana me da por viajar al pasado y revisar las fotos de tiempos mejores. Aunque esta vez era preferible no hacerlo porque caí en cuenta que esta será la primera navidad sin ti.

Este año no te sentirás en el sillón rojo ni llevarás el gabán que te regalé hace como 5 años, tampoco podrás ver el regalo que te llevaré que sería la playera de las Chivas con tu nombre en la espalda.

Los niños dios no recibirán tu beso en la frente, después de que los arrullemos, ni nos acompañarás a la hora de hacer concursos para regalar cosas.

Esta navidad sin ti será muy extraña, por no decir dolorosa y triste.

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Me faltará tu abrazo, ver cómo intentas acariciar a Chicharito y sentir que todo se sacude dentro de mí cuando tus ojos se hagan de cristal y nos agradezcas estar ahí.

Ya no tomarás el ponche que solíamos hacer ni tampoco te podré decir que algunas cosas de la cena las hice.

Creo que en cierto momento de la noche, las lágrimas me brotarán y tu ausencia retumbará por todos los espacios de la casa.

Sé que a Melda también le dolerás, porque ahora ya no estará atenta a que comas, aunque sea despacito, ni tampoco le dirás ‘vámonos vieja’ cuando ya el sueño te empiece a vencer.

Ni que decir de Dani y Jose, que siempre estaban al pendiente de lo que les pidieras.

O de mi mamá ofreciéndote más comida, de Manuel llamándote compadre, o de Roberto diciéndote cuándo vuelven a jugar las Chivas.

Nacho tampoco te podrá ayudar a levantarte ni te llevará a casa para que duermas en tu cama.

Ya no escucharemos tu ‘se acabó el veinte’ o tu ‘bajan bultos’ cuando estemos en tu casa.

Será una navidad extraña, por no decir triste.

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Pero, sabes, aún así agradezco a la vida haber pasado muchas navidades contigo, desde aquellas que hacíamos en tu casa y que juntaban a todos tus hijos e hijas, nietos y nietas, nueras y yernos; hasta aquellas en casa de una de tus hijas, a las que ibas bien tapado porque hacía un buen de frío.

Al final de cuentas, aunque esta navidad sea sin ti físicamente, vives en mis recuerdos, en mis letras, en facciones de mi cara cada vez más arrugada, en las fotos que te tomamos con tu gabán, en las frases que siempre decías y que cada tanto saltan a nuestra memoria, en los recuerdos que nos dejaste, en el amor que, a tus formas, nos diste.

Y hasta donde estés, abuelo, pasa una feliz navidad y no dejes de taparte con el gabán.

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1 Comments

  1. says: Cristina Sánchez

    Gracias por expresar lo que much@s vivimos extrañando en Navidad a nuestros seres queridos que ahora celebran con Jesús su cumpleaños 🎂

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