Poema chilango

Poema chilango
Poema chilango: Cimientos de agua guardan el secreto Del esplendor eterno de la ciudad que habito.

Cimientos de agua guardan
el secreto
Del esplendor eterno de la
ciudad que habito.

Con casi 700 años cumplidos,
Tu juventud seduce a propios y
extraños.

Tremenda habilidosa te has
vuelto
Y en constante mutación
mantienes tu figura
Ahora, irreconocible para tus
primeros hijos.

¿Cuántos secretos guardas y
cuántos más te contarán?
Testigo de incontables
historias,
Musa de soberbias leyendas,
Objeto de constantes mitos.

Por tus calles han desfilado
Conquistadores de varias
nacionalidades.

Algunos con éxito, cambiaron
tu rostro cristalino.
Lo volvieron de piedra.
Otros izaron su bandera en tu
corazón y te separaron de tus
familiares del norte.
Los más nobles sólo se
atrevieron a esculpir el inicio de tu picaresca madurez.

De tu vientre han nacido los
mejores hombres.
Por tu piel se han enfrentado
los justos y los traidores.

Y a pesar de verte violentada y
observar el paso de la revolución o el asesinato de
tus jóvenes estudiantes,
Permaneces impoluta y das
siempre la mejor cara de un
país heterogéneo.

Los tatuajes de Siqueiros o
Rivera,
Plasmados en la belleza de
Tu histórico pecho
O la escultural arquitectura de tu cuerpo,
Mantienen atónitos a
cualquiera.

Tú, sede de olímpicos
y mundiales, no olvidas tu
pasado mesoamericano.
Orgullosa de esas raíces
morenas,
Muestras con honra y sin pena
Lo que fuiste, lo que eres y lo
que serás.

Tu Merced, Xochimilco y
Chapultepec, los combinas
perfecto con tu sobrenombre
de “Ciudad los palacios” y la
visión cosmopolita que hoy te
impone la globalización.

Las colonias, calles y lagos
son el mejor testimonio del
triángulo equilibrado que has
alcanzado.

Y aunque no ha sido fácil
llegar hasta el peldaño que
ocupas,
El tiempo ha sido benevolente
contigo. Lo sabes.
Esa es la causa de tu
soberbia.

Los ríos convertidos en
viaductos y avenidas,
Pagaron el costo de tu
vanidad.

Tal vez por eso tú y los tuyos,
Son susceptibles de burlas y
críticas
Por parte de tus hermanos
mexicanos.

Pero a pesar ello, recibes a tus
sobrinos,
No escatimas en espacio,
aunque no tienes
Y das alojo a quien te lo pide.

Así se narran los colores de la
gente, las texturas de tus
paisajes, los sabores de tu
metro, los sonidos de tus
bosques.

Diversidad es tu apellido.

Tus habitantes
Son el reflejo de lo que en ti
podemos encontrar a diario.
José Emilio Pacheco, Carlos
Monsiváis, Chava Flores o
Rockdrigo González, no se
equivocaron en los pregones y
crónicas que te dedicaron.

A ti capital de los museos y de
la libertad de género
Te debemos el sueño de
considerarnos, aunque sea
dormidos, primer mundo.

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